El peso excesivo representa la necesidad  de protección.
 Buscamos protección de heridas,  desaires, crítica, abuso, etc.
 La obesidad refleja nuestro temor a  la vida.
Cuando sentimos que en nuestra vida  carecemos de afecto, cuando depositamos nuestro amor o nuestra confianza y nos  sentimos traicionados, decepcionados o no correspondidos, aparece la obesidad. No importa que el desamor que sentimos  sea real o no, porque en muchas ocasiones puede ser que tengamos amor a nuestro  alrededor pero no lo percibimos, aquí lo importante son los pensamientos, las  emociones o sensaciones que sentimos, que son a final de cuentas, las que nos  dañan.
Cuando tenemos la sensación de que la  vida no nos responde como nosotros quisiéramos, empezamos a sentirnos  desprotegidos y eso se refleja en nuestro cuerpo como obesidad, el cuerpo  empieza a crear una protección falsa: la grasa.
El agua es símbolo de emotividad, cuando  esta emotividad se vuelve obsesiva, se desborda y nos sentimos heridos por  cosas que no deberían lastimarnos,  empezamos a acumular líquido en nuestro cuerpo, que de igual manera, se  convertirán en kilos de más.
Los continuos estados de depresión,  cansancio,   apatía, desgano,  desánimo, son también causa de sobrepeso.
La obesidad también tiene relación con la  dificultad en las relaciones sociales. Los sentimientos extremos dentro de las relaciones de amor y de odio, las emociones  mal controladas. El no saber relacionarnos, rechazando a quien nos hace bien y  aceptando amistades que nos dañan.
Si queremos adelgazar, será necesario  cambiar y transformar nuestra actitud en las relaciones humanas. Analizar en calma todo lo que es inútil  y perjudicial, encontrar el gusto por la vida, digerirla, entonces el cuerpo  hará su trabajo con facilidad.
Extracto del curso: Armonía y Belleza Física.
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