La soledad es la compañía de uno mismo

La soledad es la compañía de uno mismo


Se considera que una persona está sola cuando no tiene comunicación con otras personas, cuando siente que no pertenece a algún grupo o cuando las relaciones que tiene no le satisfacen ni le dan seguridad. Pareciera que la soledad es más bien una experiencia subjetiva, hay gente que dice sentirse ‘sola’ en medio de un grupo de amigos o familia, o que están con alguien y se sienten incomprendidas, vacías porque no disfrutan de esa compañía, y al contrario, gente que está sola y no se siente sola. ¿De qué depende que alguien se sienta o no sola?

En general, la soledad está vista como algo desagradable, similar a la depresión y puede desatar mucha ansiedad, tanto que la mayor parte de mujeres viven huyendo de ella, aceptando vivir infiernos que podrían terminar si se atrevieran a vivir algún tiempo de soledad.

¿Por qué asustará tanto? Es cierto que la naturaleza humana requiere del “otro” para saber de sí misma, para cubrir necesidades de afecto y afianzar la autoestima. Pero la soledad también es una gran maestra, y con tanto miedo, no nos damos la oportunidad de conocer la sabiduría que en ella se contiene. Sabiduría, sobre todo de ti misma.

El terapeuta transpersonal José López Guido*, comenta en su libro La Magia del Amor que “cuando sentimos soledad, sentimos nuestro interior” y que es de éste de lo que realmente huimos. No queremos tener nada que ver con nuestra historia y al estar solas, confrontamos nuestro pasado. En la soledad afloran todos esos sentimientos que vivimos negando y claro que es fuertísimo, por eso los hemos escondido. Sin embargo éstos seguirán existiendo dentro mientras no los enfrentemos y saquemos a la luz de nuestra conciencia. 

Huyendo de tu interior es como puedes vivir adicta a la televisión, colgada del teléfono o a cualquier actividad que te distraiga de tu estar sola y de tu estar contigo misma. 

López Guido recomienda “en el momento en que se siente la soledad no hay que luchar para que se aleje, sino todo lo contrario; hay que iniciar actividades donde se produzca”. De esta manera sabrás de qué sentimiento o recuerdo estás huyendo y así podrás dejártelo sentir de lleno para que conscientemente, lo transmutes en aceptación, perdón y paz. 


Así irás cambiando tu percepción de la soledad, ella será tu mejor aliada para deshacerte de cargas energéticas inconscientes, viejas y dañinas; la soledad la puedes convertir en momentos de reflexión y plática contigo misma... Si estás contigo misma, estarás acompañada y amada de ti. Así que ¿cuál sola?

La soledad es el imperio de la conciencia
Gustavo Adolfo Bécquer

Psic. Ana de la Macorra
Revista Fernanda