Síguenos en nuestro canal de WhatsAppEl perdón es un acto de liberación que permite a la persona que ha sido herida.
Desvincularse emocionalmente de la persona que le causó el daño.
Al perdonar, aceptamos lo que ha sucedido y soltamos la rabia y el resentimiento.
Esto nos libera de las garras del dolor y nos ayuda a recuperar una sensación de paz interior.
Mientras nos resistimos a perdonar, deliberadamente seguimos manteniendo un vínculo fuerte con la persona que creemos que nos ha hecho mal.
En la medida en que no perdonamos a los demás, reducimos nuestra capacidad de amar de verdad. Secamos nuestro corazón guardando rencor.
Siempre que estemos enfadados con la otra persona, nos estaremos haciendo daño a nosotros mismos. No a la otra persona.
Perdonar no significa tolerar lo que la otra persona ha hecho; ni olvidar lo que sucedió; tampoco quiere decir que lo sucedido no haya sido grave.
¡No! Perdonar significa que me amo lo suficiente como para liberarme de los lazos que me atan a la otra persona por mi falta de perdón. Quiere decir que elijo liberarme de aquello que obstaculiza mi felicidad. Implica que, a partir de ahora, lo que ha sucedido ya no condicionará mi presente para impedirme ser feliz, estar bien.
En la medida en que no perdonamos a los demás, reducimos nuestra capacidad de amar de verdad. Secamos nuestro corazón guardando rencor.
Siempre que estemos enfadados con la otra persona, nos estaremos haciendo daño a nosotros mismos. No a la otra persona.
Perdonar no significa tolerar lo que la otra persona ha hecho; ni olvidar lo que sucedió; tampoco quiere decir que lo sucedido no haya sido grave.
¡No! Perdonar significa que me amo lo suficiente como para liberarme de los lazos que me atan a la otra persona por mi falta de perdón. Quiere decir que elijo liberarme de aquello que obstaculiza mi felicidad. Implica que, a partir de ahora, lo que ha sucedido ya no condicionará mi presente para impedirme ser feliz, estar bien.
Perdonar es viajar ligero.
Perdonar es caminar con poco equipaje. Es mostrar madurez. Es sacar lo mejor de nuestro ego, que se niega a condonar hasta que se haya hecho justicia, según su punto de vista. Si hacemos caso a nuestro ego en estos casos, firmamos un pasaporte a la infelicidad para el resto de nuestras vidas. Porque nuestro ego se niega a olvidar, porque siempre está juzgando.
Por grande que sea el error, por cuando haya ocurrido, por mucho dolor que hayamos sentido al principio, si no perdonamos, no nos liberamos.
Permanecemos atascados en el momento en que ocurrieron los hechos, haciéndonos sufrir en el presente por lo que ya forma parte del pasado, pero que mantenemos presente alimentando nuestro resentimiento, reviviendo los mismos hechos una y otra vez, contándolos, identificándonos con ellos.
Por grande que sea el error, por cuando haya ocurrido, por mucho dolor que hayamos sentido al principio, si no perdonamos, no nos liberamos.
Permanecemos atascados en el momento en que ocurrieron los hechos, haciéndonos sufrir en el presente por lo que ya forma parte del pasado, pero que mantenemos presente alimentando nuestro resentimiento, reviviendo los mismos hechos una y otra vez, contándolos, identificándonos con ellos.
¿Quieres vivir así el resto de tu vida?
¿Te amarás lo suficiente como para liberarte de lo que te impide ser feliz? ¿Vas a dejar que tu resentimiento destruya el futuro de tu vida?
Obviamente, no debemos quedarnos con lo que nos hace daño ni tolerar lo intolerable; es mejor que nos alejemos de cualquier cosa que nos resulte tóxica; somos más sabios si evitamos a las personas que sabemos que podrían volver a hacernos daño. ¡No volvemos a meternos en la boca del lobo!
Obviamente, no debemos quedarnos con lo que nos hace daño ni tolerar lo intolerable; es mejor que nos alejemos de cualquier cosa que nos resulte tóxica; somos más sabios si evitamos a las personas que sabemos que podrían volver a hacernos daño. ¡No volvemos a meternos en la boca del lobo!
El perdón no significa volver con la persona que nos hizo daño.
Cuando perdonamos, de verdad, de corazón, nos liberamos del peso más pesado que podemos llevar en nuestras vidas.
Por cada persona a la que te niegues a perdonar, por cada suceso, coge una piedra. Lleva estas piedras contigo a todas partes durante al menos 24 horas: cuando comas, cuando duermas, cuando te laves los dientes, cuando vayas a trabajar, cuando te bañes, cuando camines, lleva siempre estas piedras contigo.
Por cada persona a la que te niegues a perdonar, por cada suceso, coge una piedra. Lleva estas piedras contigo a todas partes durante al menos 24 horas: cuando comas, cuando duermas, cuando te laves los dientes, cuando vayas a trabajar, cuando te bañes, cuando camines, lleva siempre estas piedras contigo.
Al final del día, estarás agotado de llevar la bolsa llena de piedras tan pesada que no te apetecerá ir más lejos.
Pues bien, eso es exactamente lo que ocurre a nivel espiritual: todas las cosas que te niegas a perdonar son rocas que tu alma arrastra constantemente consigo, lo que también te quita las ganas de avanzar, haciéndolo pesado y agotador. ¿Te encuentras estancado en tu vida? ¿Te parece que ciertos aspectos de tu vida van al revés? Entonces, ¿qué tienes que perdonar? ¿A ti mismo? ¿A los demás?
“Sólo tú tienes la llave de tu felicidad: el perdón.
¿Quieres ser libre y feliz?
Todo se reduce a una palabra: ¡PERDONAR!” -Diane Gagnon
Negarse a perdonar puede mantener un vínculo emocional con la persona que te hizo daño. Podemos seguir sintiendo rabia, tristeza o frustración hacia esa persona, lo que puede afectar negativamente a nuestro bienestar emocional y a nuestra relación con ella.
Sin embargo, es importante subrayar que perdonar no significa necesariamente olvidar o justificar lo sucedido. El perdón puede lograrse sin necesidad de volver a conectar con la persona u olvidar las acciones que se cometieron. Se trata más bien de un acto personal de sanación que te libera del dolor emocional asociado al suceso.
Pues bien, eso es exactamente lo que ocurre a nivel espiritual: todas las cosas que te niegas a perdonar son rocas que tu alma arrastra constantemente consigo, lo que también te quita las ganas de avanzar, haciéndolo pesado y agotador. ¿Te encuentras estancado en tu vida? ¿Te parece que ciertos aspectos de tu vida van al revés? Entonces, ¿qué tienes que perdonar? ¿A ti mismo? ¿A los demás?
“Sólo tú tienes la llave de tu felicidad: el perdón.
¿Quieres ser libre y feliz?
Todo se reduce a una palabra: ¡PERDONAR!” -Diane Gagnon
Negarse a perdonar puede mantener un vínculo emocional con la persona que te hizo daño. Podemos seguir sintiendo rabia, tristeza o frustración hacia esa persona, lo que puede afectar negativamente a nuestro bienestar emocional y a nuestra relación con ella.
Sin embargo, es importante subrayar que perdonar no significa necesariamente olvidar o justificar lo sucedido. El perdón puede lograrse sin necesidad de volver a conectar con la persona u olvidar las acciones que se cometieron. Se trata más bien de un acto personal de sanación que te libera del dolor emocional asociado al suceso.
¿Cómo se perdona?
El perdón es un proceso personal, diferente para cada individuo. Estos son algunos pasos que pueden ayudarte a avanzar hacia el perdón:
Es importante tomarse tiempo para reconocer y aceptar el dolor causado. Es normal sentir rabia, tristeza o frustración.
El perdón puede tener beneficios para la salud mental y física, como reducir el estrés, la ansiedad y la depresión. Ser consciente de estos beneficios puede motivarte a continuar el proceso de perdón.
Intentar comprender por qué la otra persona actuó de esa manera puede ayudar a aliviar los sentimientos de ira o resentimiento.
La compasión es un aspecto clave del perdón. Es importante recordar que todo el mundo comete errores y que es normal sentirse herido. También puede ser útil practicar la compasión hacia la otra persona, teniendo en cuenta que puede haber actuado de forma inadecuada debido a factores externos o circunstancias difíciles.
El perdón es una decisión consciente y voluntaria. Elegir perdonar no significa necesariamente olvidar o justificar lo sucedido. Significa más bien dejar ir la ira y el resentimiento para seguir adelante.
El perdón puede implicar trabajar para dejar ir, es decir, soltar el control sobre las emociones y distanciarse emocionalmente del suceso.
El proceso de perdón puede llevar tiempo y es importante ser paciente con uno mismo. Puede ser útil buscar apoyo en personas de confianza, como amigos o un profesional de la salud mental.
Es importante tomarse tiempo para reconocer y aceptar el dolor causado. Es normal sentir rabia, tristeza o frustración.
El perdón puede tener beneficios para la salud mental y física, como reducir el estrés, la ansiedad y la depresión. Ser consciente de estos beneficios puede motivarte a continuar el proceso de perdón.
Intentar comprender por qué la otra persona actuó de esa manera puede ayudar a aliviar los sentimientos de ira o resentimiento.
La compasión es un aspecto clave del perdón. Es importante recordar que todo el mundo comete errores y que es normal sentirse herido. También puede ser útil practicar la compasión hacia la otra persona, teniendo en cuenta que puede haber actuado de forma inadecuada debido a factores externos o circunstancias difíciles.
El perdón es una decisión consciente y voluntaria. Elegir perdonar no significa necesariamente olvidar o justificar lo sucedido. Significa más bien dejar ir la ira y el resentimiento para seguir adelante.
El perdón puede implicar trabajar para dejar ir, es decir, soltar el control sobre las emociones y distanciarse emocionalmente del suceso.
El proceso de perdón puede llevar tiempo y es importante ser paciente con uno mismo. Puede ser útil buscar apoyo en personas de confianza, como amigos o un profesional de la salud mental.
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