¿El confinamiento cambiará nuestro carácter?

¿El confinamiento cambiará nuestro carácter?


¿Podrá el confinamiento y la situación actual cambiar de algún modo nuestro carácter? Hay quien indica que saldremos fortalecidos y que daremos forma a una sociedad más solidaria, otros, que se elevará la sensación de angustia y el miedo constante al contagio.

De algún modo u otro, el confinamiento cambiará nuestro carácter. El efecto de la pandemia será más intenso y traumático en cierta parte de la población, en especial en quien haya sufrido pérdidas. Otros en cambio, lo sentirán un poco menos, pero nadie será completamente inmune a las vivencias por las que estamos transitando estos días.
Nuestros pensadores, filósofos e historiadores tienen una opinión dividida sobre el efecto de la pandemia y el confinamiento. Keith Lowe, reconocido historiador señala que la sociedad de ahora no es tan sabia como la de nuestros abuelos y que lo vivido durante este tiempo, no nos servirá de mucho. Volveremos a cronificar los mismos defectos.

Michel Wieviorka, sociólogo francés, tiene otra opinión. Esta vivencia nos obligará a reformular prioridades y contribuiremos a crear una sociedad más solidaria, más cohesionada donde valorar el apoyo mutuo. El virus, según él, nos impone una metamorfosis que debemos aprovechar para ser mejores.

Adela Cortina, catedrática de Ética de la Universidad de Valencia, nos recuerda por su parte que en la lucha por la vida no sobreviven los más fuertes, sino los que se apoyan y ese será un valor sagrado que debamos preservar y tener presente en el futuro.

¿Cambiará el confinamiento nuestro carácter? ¿De qué manera?

Para entender si cambiará el confinamiento nuestro carácter debemos clarificar primero a qué nos referimos cuando hablamos de esta dimensión.

El carácter define nuestra forma de reaccionar ante lo que sucede. Es un componente de la personalidad y surge como consecuencia de aquello que vivimos y experimentamos, también de nuestra predisposición genética.
Ernst Kretschmer y William Stern fueron los autores que más estudiaron esta dimensión en el siglo XX, destacando que el carácter se compone de nuestra emocionalidad, intereses y resonancia. Esta última área hace referencia a nuestro umbral de sensibilidad a la hora de que un hecho, una vivencia o un estímulo nos afecte.

Hay personas más y menos resonantes y habrá por tanto a quien esta situación le impacte de diferente manera e intensidad. Veámoslo.

Salud mental y personalidad

Hay personas que ya padecían ansiedad antes de la llegada de la pandemia. Otros han empezado a lidiar con esta condición psicológica durante el confinamiento. Así, de entre todos los efectos que puede llegar a tener la actual situación sobre la salud mental, los trastornos de ansiedad van a ser lo más frecuentes.

Factores como la incertidumbre laboral y personal, el miedo a nuevos brotes de contagios o el efecto del propio confinamiento suele agravar el barómetro de la ansiedad.

Así, ante la pregunta de si el estrés y la ansiedad que sufrimos durante el confinamiento cambiará nuestro carácter, hay un factor determinante: la duración.

Si esta situación se alarga durante meses, podremos experimentar cambios, como un mayor pesimismo, sensación de alerta y angustia.

Estudios como el llevado a cabo por el doctor Gran Shields de la Universidad de California señalan este mismo hecho. La personalidad puede variar si nos encontramos en una situación en la que el estrés es constante. En caso contrario, si esta situación se resuelve lo antes posible, el efecto será mínimo.

Si cambian nuestros hábitos de vida, también lo harán aspectos de nuestro carácter

Hay una relación casi determinante en lo que se refiere a la psicología humana: el entorno nos condiciona. Si hay un contexto que ha cambiado de manera abrupta, si se nos obliga a cambiar nuestros hábitos de vida, muchos aspectos de nuestro carácter pueden variar.

El simple hecho de tener que depender de mascarillas para ir a trabajar o para desenvolvernos en el día a día puede afectarnos. El miedo al contagio estará presente y eso elevará nuestra hipervigilancia.

Asimismo, la limitación del libre movimiento y la limitación del contacto social también pueden pasarnos factura, elevando la presencia de emociones como la tristeza e incluso la frustración.

El impacto de estas realidades dependerá siempre de la duración de los presentes acontecimientos.

Niños y ancianos, los más afectados

Posiblemente, los más afectados durante esta pandemia, sean los niños y los ancianos. Los primeros, en especial los menores de 14 años, son los que más pueden sufrir el hecho de haber sido separados de ese entorno escolar donde tenían contacto con sus iguales. La socialización, el juego y el contacto con el aire libre son esenciales para nuestros pequeños.

Asimismo, el hecho de estar en casa y ser testigos de la preocupación de sus padres, también puede afectarles y tener un impacto psicológico severo.

Por otro lado, no podemos descuidar a nuestros mayores. Muchos de ellos están pasando el confinamiento en soledad y siendo testigos a su vez a través de los medios, sobre cómo afecta la pandemia a la población de mayor edad.

El confinamiento cambiará nuestro carácter: vigilantes, pero con la oportunidad de salir reforzados

El confinamiento cambiará nuestro carácter de algún modo u otro. Todo dependerá, como bien señalamos, de la duración de esta pandemia y los posibles cambios que puedan producirse después. No obstante, hay un hecho innegable, nos volveremos un poco más hipervigilantes, cuidadosos y cautos en temas de higiene. Sin embargo, de toda crisis y cambio social podemos salir fortalecidos en lo que a carácter se refiere.

La adversidad nos cambia y a menudo, lo hace despertando fortalezas, avivando nuevos valores y capacidades. En esta parte del camino, más pedregosa y abrupta de lo habitual se requiere lo mejor de nosotros mismos. Recordemos nuestros significados vitales, nuestros propósitos y avancemos este tramo de nuestra existencia con audacia y confianza.

A nuestro alrededor, siempre habrá manos dispuestas a ayudarnos.

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Por Valeria Sabater
Licenciada en Psicología por la Universidad de Valencia
Fuente: Lamenteesmaravillosa.com
Fotografía: Designed by prostooleh / Freepik