Sanar a los demás. {Ayúdales a fluir su Ánimo y Salud?


¿Preocupado? ¿No sabes qué más hacer por él o ella? ¿Te duele que alguien esté enfermo?



Si estas tenso, triste o hasta enfadado porque hay alguien cerca de ti que está enfermo, es hora de fluir hacia una dirección más grandiosa para ayudarle a sanar. Y para empezar es muy importante que antes que nada comprendas lo que significa la enfermedad, pues de esta forma podrás actuar de forma más inteligente y sabia y, sobre todo, no harás tuyo el problema, cosa que sucede muy a menudo y lo cual acarrea una serie de tensiones, miedos y cansancio innecesario.


La enfermedad como experiencia enriquecedora

No importa si es artritis, colitis, dolor de cabeza, problemas de pulmón, de hígado o hasta cáncer o lupus. La enfermedad es realmente una forma en la que el cuerpo se adapta a alguna circunstancia. ¡No es algo malo! Si tu percibes la enfermedad como “mala”, entonces estarás pasando, aunque no quieras, esta información a quien esté enfermo. Sobre todo los niños y jóvenes son muy sensibles a sentir, aunque no lo expreses, que algo está muy mal, y pueden algunos sentir que en verdad sucede algo muy terrible en ellos.

Lo mejor es comprender que la enfermedad es sólo un momento donde el enfermo está pasando por un momento donde se requiere, sobre todo, una nueva valoración o renovación tanto de hábitos como de valores. Es un camino que el enfermo debe explorar y tú no puedes hacerte responsable o cargar con este destino, porque es algo muy personal.

Si te enfocas en que la enfermedad es un puente de descubrimiento para la persona enferma, entonces estarás más tranquilo y podrás ayudarle mucho más a la persona y, además, no sólo estarás con más cama, sino que tú también puedes enriquecerte mucho al acompañar a una persona enferma a sanar.


Haz circular la salud


¿Sabías que la mayor parte de las enfermedades tienen que ver con un intestino en mal funcionamiento? Empezar por las “tuberías” del cuerpo es imprescindible para ayudar a alguien a sanar, pues si el intestino está bloqueado o tapado, no pueden circular, para empezar, las toxinas y sustancias de desecho, lo cual provoca que las sangre las reabsorba poniéndolas en circulación. Así tenemos una sangre intoxicada o lo que se conoce como toxemia o sangre muy ácida. Estas toxinas se pueden ir estancando o acumulando en las áreas del cuerpo donde hay más debilidad, y así nace la enfermedad. Además, un intestino deficiente provoca que no se absorban los nutrientes de forma apropiada, por lo que, aunque se coma adecuadamente, los nutrientes no se absorberán y podría haber déficit de ellos.

Para poner en circulación la salud es necesaria como base la calidad de la sangre, y esta se obtiene mediante un intestino sano. Así que un primer paso para ayudar a un enfermo es quitando de su dieta alimentos refinados como azucares refinados, pastas y harinas blancas, así como carnes rojas, embutidos y pollo. Se debe considerar una dieta donde se consideren en su mayoría vegetales crudos y al vapor, y beber al día dos tazas de agua, empezando en ayunas con un té de limón. Se recomienda, como base curativa, una dieta donde se ayune todo el día con papaya, se come solamente esta fruta, todo el día, la que se quiera, empezando en ayunas con una taza de té de boldo con unas gotas de limón y dos cucharadas de aceite de oliva extra virgen. Luego, entonces, solamente papaya.


Bloqueo en el cuerpo: bloque en el corazón

La enfermedad es, en su raíz más profunda, una falta de circulación de algo, ya sea de toxinas, de nutrientes, de energía, de emociones. Cuando el cuerpo enferma es evidencia de que la persona se siente un tanto “bloqueada”. Y este bloqueo puede gestarse de muchas formas: cuando la persona, por ejemplo, se siente abandonada, no querida, no tomada en cuenta o sienta que algo le está costando ya sea asimilar o soltar. La palabra clave es “No puedo fluir hacia donde quiero o necesito”. Y de ahí la sensación de sentirse bloqueada.


Desbaratar un Bloqueo

Cuando una persona se siente no querida o bajo circunstancias de vida que le cuestan o siente no puede asimilar, soltar, atraer, etc., alguna experiencia, cosa, persona o forma de vida, entonces muy pronto el cuerpo lo hablara o resentirá.

Una forma de ayudarle a una persona a desbaratar estos bloqueos, es haciéndole preguntas acerca de su vida. Pregúntale cosas como:

“Qué es lo que más te hace enojar”
“¿Qué cosas te gustaría hacer cuando te recuperes?”
“¿Hay algo que sientas no te permite avanzar?”
“¿Qué te ha dolido más en tu vida?” 
“¿Qué has aprendido de eso?”

Las preguntas pueden variar según la edad y la persona. Hay personas que hablan más. Otras menos. A los niños y jóvenes les cuesta a veces poner en palabras lo que sienten. En este caso, puedes iniciar tú la conversación, platicando cosas que te hayan sucedido y de las cuales hayas aprendido una forma más grandiosa de ver la vida.


Aprendiendo a ver la vida de formas más grandiosas


Cuando hables con la persona, hazla entender lo importante que es o ha sido haber o vivir lo que vive. Hazle ver que todo tiene una función y que es por algo. Y que lo más importante es aprender a ver todo eso que faltó o falta o le solicitamos a los demás. Y aprender uno a darse esto. Si logras que la persona restablezca su confianza en sí misma, y aprenda a soltar el pasado mediante un aprendizaje consiente de la experiencia, estará curada, pues la enfermedad solo puede suceder en tiempo pasado, es algo que se ha quedado estancado en nuestro cuerpo. Cuando se suelta, viene la cura.


¿La persona no parece interesada en curarse o en tu ayuda?

No pierdas el hilo del asunto. Si la persona se resiste a ser ayudada o no quiere hacer dieta o escuchar consejos o hablar, deberás aprender a soltarla. Puedes llorar, patalear o enfadarte lo que quieras a solas. Puedes pensar que son cerrados de mente o lo que gustes. Pero luego de desahogar esto, suelta. Recuerda que la enfermedad es un camino de crecimiento. Y tú no puedes cargar con el destino ni el crecimiento de nadie más. Haz lo que puedas, ofrece ayuda, libros, dieta. Pero no insistas. Si la persona no quiere ser ayudada o quiere explorar sus propias formas curativas, está en su derecho. Muchas veces necesitamos pasar por un camino para comprender ciertas cosas. Así que permíteles que se equivoquen si sientes toman actitudes o caminos que a tu parecer no son los adecuados. Y no te enganches con su destino. Mejor piensa que ellos son libres de vivir sus propias experiencias e incluso equivocarse. Total. Están al borde de la sabiduría. En este caso, enfócate en tu camino, no dejes que el dolor o la tensión te absorban la vida. Recuerda que si tú te sientes contento contigo mismo mucho más ayudaras con tu ejemplo que dando a veces ciertos consejos. Asi que suelta y dirige tu atención hacia tu propia felicidad., y permite que cada quien encuentre la suya a su mejor entendimiento e intención.

Fuente: Vivir Sabiamente.com