Los niños aprenden lo que viven

Los niños aprenden lo que viven


"Los niños aprenden lo que viven" es un poema que Dorothy Law Nolte (1924-2005) escribió en 1954 y que podemos encontrar en el libro: Children Learn What They Live. Parenting to Inspire Values .

Los niños aprenden lo que viven

Si los niños viven con reproches, aprenden a criticar.

Si los niños viven con hostilidad, aprenden a ser agresivos.

Si los niños viven con miedo, aprenden a ser aprensivos.

Si los niños viven con lástima, aprenden a autocompadecerse.

Si los niños viven con ridículo, aprenden a ser tímidos.

Si los niños viven con celos, aprenden a sentir envidia.

Si los niños viven con vergüenza, aprenden a sentirse culpables.

Si los niños viven con ánimo, aprenden a confiar en sí mismos.

Si los niños viven con tolerancia, aprenden a ser pacientes.

Si los niños viven con elogios, aprenden a apreciar a los demás.

Si los niños viven con aceptación, aprenden a amar.

Si los niños viven con aprobación, aprenden valorarse.

Si los niños viven con reconocimiento, aprenden que es bueno tener una meta.

Si los niños viven con solidaridad, aprenden a ser generosos.

Si los niños viven con honestidad, aprenden qué es la sinceridad.

Si los niños viven con ecuanimidad aprenden qué es la justicia.

Si los niños viven con amabilidad y consideración aprenden a respetar a los demás.

Si los niños viven con seguridad, aprenden a tener fe en sí mismos y en los demás

Si los niños viven con afecto, aprenden que el mundo es un lugar maravilloso donde vivir.

Dorothy LawNolte
Los niños aprenden lo que viven

Dorothy escribió este poema para un periódico de un condado de Los Ángeles, el Torrance Herald , en 1954 y se convirtió, sin su conocimiento, en un himno de los padres para la crianza de sus hijos en todo el mundo. Ha sido traducido en 30 idiomas.

En él nos enseña la importancia de que los niños crezcan en entornos saludables. Son como una esponja, absorben todo lo que ven y aprenden todo lo que viven, de ahí la gran importancia de que vivan en un ambiente positivo, tanto en costumbres como en afectos; que les inculque valores. Los niños aprenden tanto de lo que les decimos, como de cómo les decimos las cosas y en el ambiente en que se las decimos.

Nuestros hijos son muy vulnerables y, aunque cada uno tiene su temperamento y eso es innato, su comportamiento viene dado según los comportamientos modelo que ha visto y vivido, tanto en su ambiente familiar, como escolar y social.

La autora, con este poema, pretende concienciar a la sociedad para que intenten controlar los modelos educativos que reciben sus hijos y alumnos, de forma que se cuiden, de tal forma que no influyan negativamente en el desarrollo personal de los niños.

Nos ofrece una gran oportunidad para la reflexión. Gracias Dorothy

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