¡Los niños son como esponjas absorben todo en su infancia!
La infancia es una de las etapas más importantes en la vida  de todo ser humano. Su percepción personal, y la del mundo que le  rodea se cimientan en esta edad. La diferencia entre una persona feliz que  desarrolla su potencial y otra que duda la encontramos en su niñez.
Investigaciones realizadas demostraron que desde el embarazo  los bebes perciben en el útero los sonidos del exterior, y las  emociones de la madre. En el estado de gravidez, algunas mujeres, dependiendo  del ambiente emocional en la concepción desarrollan sentimientos de  rechazo al bebe. Los cuales pueden incrementarse si se presenta  la depresión post natal. Siendo, una situación pasajera.
Pero ¿Por qué algunas madres mantienen un trato nocivo a sus  hijos?
Por qué fueron maltratadas en la infancia. Su conducta fue  modelada por el trato que ahora dispensa a sus hijos. Curiosamente, cuando eran  objeto de maltrato, se decían a sí mismas, que jamás procederían con  sus hijos de ese modo. Entonces ¿por qué actúan así? Porque es una  conducta inconsciente. Aquello que más detestaron se vuelve una  conducta automática. Fue lo que aprendieron.
Una madre tóxica, es controladora. Usa las  comparaciones y la humillación pública como método de  control. Así la sometieron a ella. Cuando la madre  procrea más hijos, dependiendo de la posición que se ocupe,  ella se identificará con uno de ellos, dirigiendo su preferencia en  menosprecio de los otros.  
Allí es donde aparece la comparación No hay  arma más destructiva que la injusta comparación exaltando a  uno, disminuyendo al otro. Tiene como ganancia, tener un aliado entre los hijos  que se ponga de su parte. Necesita formar alianza con otros miembros de la  familia para ejercer el control. 
La manipulación, es otra cara de la  conducta tóxica en los progenitores. La madre suele colocarse de  victima para generar sentimientos de culpa en su hijo o hija. En especial  cuando éstos como adultos toman decisiones autónomas. Las madres  controladoras o tóxicas aún tratan a su prole como infantes,  negando el rol de adultos que poseen. 
El control va desde la elección de la ropa, el  color, estilo, hasta la forma de hablar. Volviéndose más critica  la situación cuando deciden formar familia. Quieren  dictar cátedra en la familia de sus hijos. Como criar a los nietos,  la yerna como "debe preparar la comida", y hasta el momento en que  deben o no concebir hijos. Por supuesto la elección de la pareja es  un detonante de discordia en muchos casos, pues suelen desaprobar  esa decisión. 
Pero ¿actúan así únicamente porque lo  aprendieron en la infancia? Pues no. Detrás de esa conducta, se  esconde el miedo al abandono o a la soledad. Situación que ocurre  tiempo después cuando los hijos no logran colocar el limite a su  espacio familiar e individual.  
Con el control y la toxicidad se obtienen luego, lo  que más temen. La soledad. 
En el caso de los hijos únicos, o con alguna enfermedad  o condición de discapacidad, la situación se torna en un  pase de factura. Es un recital de: Por ti deje, hice, me sacrifique, etc. Se  cuestiona al hijo por no pensar como ella.  
¿Cómo actuar ante esta situación?
Primero es importante, reconocer que se requiere ayuda  profesional. Porque las heridas infligidas si no son tratadas tienen  un altísimo porcentaje que reaparezcan ahora en los hijos  propios. Se tiene que romper el ciclo de toxicidad.  
Luego, poner distancia física si es posible. Hay  que admitir que cuando el hijo  adulto aún depende económicamente de la madre,  es difícil colocar límites. Es importante ser independiente.  
Sin embargo, hay que reconocer que  la situación económico de Venezuela no permite, que incluso  profesionales puedan pagar una vivienda, si están solos.  
Así que como dice el refrán: Agarrar el toro por  los cachos.
Aquí es importante el trabajo psicológico porque  al detectar la manipulación luego de un justo intervalo  de indignación se produce la liberación del peso de la  culpa. Cuando reconocemos la manipulación nos podemos proteger y  romper el lazo. 
Por ello, si es tu situación busca ayuda profesional  con un psicólogo federado.(ver fpv.org.ve) No confrontes, solo  aumentas la frustración la rabia y el dolor.  
Autora: Lic. Milagro Mendoza 
Twitter:@MilagroMendoza 
email:  psi-milagromendoza@hotmail.com
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