Recuerda que, a pesar de lo que digan los diccionarios, la
solitud (sentirse solitario) y la soledad no son sinónimos. No es una cuestión
de lenguaje; es algo existencial. Sentirse solitario es negativo, te falta
algo; la soledad es positiva, has encontrado algo.
El ignorante busca al otro porque lo necesita: es
menesteroso y codicioso. Se agarra al otro y se aferra a él, pues siempre tiene
miedo de que el otro le abandone. Los maridos tienen miedo, las esposas tienen
miedo, los padres tienen miedo, los hijos tienen miedo y todo el mundo tiene
miedo. Sentirse solitario es una herida y la soledad es como una flor.
Sentirse solitario es enfermizo -Soren Kierkegaard la llamó
«enfermedad que lleva a la muerte»-, y soledad es vida, vida en abundancia; es
salud. Mi propia experiencia es que no hay mayor placer que estar solo; el
placer del amor es secundario, y sólo es posible cuando has conocido el placer
de estar solo, pues sólo entonces tienes algo que compartir. De lo contrario,
dos mendigos que se encuentran y se aferran el uno al otro no pueden ser
felices. Se harán sufrir mutuamente porque cada uno esperará, en vano, que el
otro le satisfaga
Osho
Síguenos en nuestro canal de WhatsApp.jpg)