10 verdades que nuestros padres nunca nos contaron

10 verdades que nuestros padres nunca nos contaron


Admitámoslo, la vida  tiene sus altibajos y, a veces, las cosas pueden ponerse realmente difíciles.

Estos son los momentos que nos enseñan algunas duras verdades sobre la vida.

Lo ideal sería que nuestros padres nos hubieran enseñado estas verdades cuando éramos niños.

Pero seamos sinceros ellos nos criaron con las herramientas que tenían e intentaron tomar las mejores decisiones. Aunque no siempre lo pensáramos en ese momento, nuestros padres hicieron todo lo que pudieron para ser bondadosos con nosotros y educarnos para ser buenas personas.

Pero, por supuesto, la mayoría de los padres quieren proteger a sus hijos de las duras realidades de la vida. Pero si nunca aprendes estas verdades, probablemente nunca te sentirás realmente realizado.

10 verdades que nuestros padres nunca nos contaron

Te presentamos 10 duras verdades sobre la vida que deberías haber aprendido de tus padres, pero que probablemente no lo hiciste.

1. Nuestros padres no sabían todas las respuestas.

Así que puede que actuaran como si supieran lo que hacían. Cuando se trata de saber cómo ser un buen padre, la verdad es un poco distinta. Nadie nace con un manual sobre cómo criar a un hijo. Claro que hay libros y vídeos y una gran cantidad de información al alcance de la mano.

Pero nada de esto te prepara realmente para la responsabilidad, la preocupación, la inquietud y el amor que conlleva ser padre o madre. Tus padres tomaron las mejores decisiones que pudieron, basándose en la información que tenían en ese momento y en cómo se sentían ante una situación determinada. Por supuesto, no conocían todas las respuestas. Del mismo modo, si te conviertes en padre o madre, tampoco tendrás todas las respuestas. Tampoco pasa nada.

2. Sal de tu zona de confort.

Nuestros padres intentaban mantenernos seguros y felices. A menudo eso significaba que no podíamos hacer cosas arriesgadas o locas que pudieran ser un poco peligrosas. Algunos nos sentíamos cómodos con esta red de seguridad. De hecho, muchos de nosotros seguimos prefiriendo quedarnos en esa zona de confort porque es lo que conocemos, es lo que nos resulta seguro.

Pero si preguntas a tus padres qué piensan, probablemente te dirán que corras riesgos. Haz locuras. La vida es demasiado corta para quedarse en una caja. Tienes que desafiarte a ti mismo y ser atrevido. En eso consiste la vida de verdad.

3. Haz cosas porque quieres hacerlas, no porque tengas que hacerlo.

Seguro que recuerdas las tareas que tenías que hacer cuando eras niño. Lavar los platos, limpiar tu habitación, sacar la basura, hacer la colada... todo había que hacerlo. Y es muy probable que odiaras hacerlo. Sabemos que intentaban enseñarnos a ser personas responsables. Pero nunca nos enseñaron realmente por qué querer hacer las tareas era más importante que tener que hacerlas. Cuando te preocupas por tu casa, por las cosas que tienes y por el esfuerzo que has tenido que hacer para conseguirlas, quieres cuidarlas. Claro que las tareas pueden ser complicadas, pero en realidad son una forma de recordarte lo afortunado que eres por tener lo que tienes.

4. Nuestros padres también tuvieron días malos.

Todos tenemos días malos. De niños, esperábamos que nuestros padres fueran siempre fuertes y tuvieran siempre un remedio o una solución a un problema. Pero la verdad es que ellos también tuvieron días malos. De hecho, tenían días muy, muy malos. Hacían todo lo posible por ocultárnoslo, pero detrás de la puerta de su habitación lloraban y tenían momentos de duda cuando sentían que todo se derrumbaba a su alrededor. A pesar de ello, nuestros padres siempre intentaron estar ahí para nosotros. Es importante recordar que nadie es perfecto y que todos tenemos derecho a tener días malos.

5. Anota las cosas.

Aunque creas que no vas a necesitar escribirlo, hazlo. Tus padres te habrían dado este consejo, pero probablemente lo hayan olvidado. Porque no lo escribieron.

6. Aunque les hayas causado dolor, te siguen queriendo igual.

La mayoría de los hijos han hecho sufrir a sus padres en algún momento de su vida. Forma parte de la vida. Aunque probablemente ese dolor les haya dolido, su amor por ti sigue intacto. Si alguno de entre ustedes duda de esta verdad, simplemente pregúntenselo a sus padres. Serán sinceros y te harán saber cuánto te quieren.

7. El cambio es bueno. A veces es para mejor.

Una cosa que tenemos que recordar es que el cambio es bueno. A veces te darás cuenta de que es necesario dejar ir las cosas; simplemente porque pesan.

Aunque a muchos de nosotros nos han enseñado a no rendirnos nunca, a no dejar ir, la verdad es más simple que eso. Si tienes que renunciar, si necesitas cambiar, hazlo. La recompensa supera con creces el riesgo.

8. Fue difícil dejarte ir

Nuestros padres nunca quisieron dejarte marchar, pero como acabamos de aprender, suele ser lo mejor. Nunca habríamos podido crecer sin ellos y convertirnos en seres independientes sin las lecciones que aprendimos.

Cuando abandonamos el nido, fue doloroso para ellos, aunque probablemente dieran la impresión de que querían que nos fuéramos, en realidad no era así. Era simplemente lo que había que hacer para que pudiéramos crecer hacia nuestra siguiente etapa de adultos.

9. Lo volverían a hacer sin pensárselo dos veces.

Si tuvieran que volver a hacerlo, lo harían sin pensárselo dos veces. Los buenos y malos tiempos, todo eso les ha hecho lo que son hoy,  y les hizo ser quienes son. Cada lección fue preciosa y cada momento fue una página en movimiento en el libro de "ustedes".

10. Más disciplina = más libertad

Ahora que soy mayor, me he dado cuenta de que más disciplina te da más libertad.

Cuando vives una vida indisciplinada -gastando tu tiempo, energía y dinero en lo que te apetece-, en realidad aumentan tu ansiedad y tu estrés. Si no hay normas, puede pasar cualquier cosa, lo cual es una forma agotadora y estresante de vivir la vida.

Así que ponte reglas. Tu mente necesita fronteras y límites, porque la mente destaca en un entorno estructurado. La libertad sin restricciones suele crear más ansiedad y estrés, un entorno enmarcado te ayuda a crecer.

Palabras finales

Estas son verdades difíciles, incluso brutales. La mayoría de la gente no fue consciente de estas lecciones durante la mayor parte de su vida.

Pero si quieres sentirte realizada, tienes que ver el mundo como realmente es para poder avanzar con claridad y confianza.

Por Jose C. Rodriguez



👍  COMPARTE lo positivo {+} en tu red social favorita 💡 ¡Asegúrate de guardarlo en tu tablero de Pinterest! Aprende a expandir tu consciencia y observar los cambios positivos en tu vida! Si llegaste hasta aquí, muchas gracias por leernos.


Únete a nuestro canal de Telegram para recibir las últimas publicaciones...

Siguenos en Telegram