La felicidad: el último cambio interno

La felicidad: el último cambio interno


Ahí radica la alegría, la felicidad dichosa que te alejará de la ira y el miedo, hacia el amor.

Hay un gran número de personas que - cada mañana – se despiertan, se levantan y funcionan en piloto automático, arrastrando los pies para trabajar, consumiendo cafeína y contaminando sus sistemas durante todo el día con alimentos poco saludables, pero aún más con emociones negativas.

Cada día, sin embargo, podría ser una expresión perfecta de nuestra naturaleza Superior. Cada momento puede ser una oportunidad divina de elegir conscientemente lo que queremos ser. Contribuyendo a este proceso de re-conocimiento, podemos comenzar adoptando las cinco actitudes de la santidad: alegría, amor, aceptación, bendición y agradecimiento.

La alegría es nuestra verdadera esencia, nuestra alma está compuesta de partículas alegres que nos mantienen conectados con Dios. Sentir la alegría del Espíritu (y no la versión centrada en el ego que podemos definir como euforia), nos permite ver a través de las ilusiones de maya, así como nuestras propias ilusiones creadas. Desde este lugar de alegría de experimentar cada momento como lo que es,surge el reconocimiento de la perfección en el gran esquema de la vida.

La felicidad: el último cambio interno

Cuando re-conocemos que todo es perfecto tal como es, se hace fácil simplemente amar todo. Sin embargo, no es el amor humano al que nos referimos, sino al amor divino. El amor Divino, es incondicional, libre de etiquetas y juicios. Se basa en la certeza de que todo y cada uno es perfecto tal como es.Incluso, si no somos capaces de comprender tal perfección con nuestras mentes, debemos recurrir a nuestros corazones para que nos recuerden esta ley universal. Nada sucede para nuestro mal. Nadie se cruza en nuestro camino para hacernos daño. Todo lo que nos ocurre nos enaltece, ¿no deberíamos entonces amarlo todo?

Una vez que amamos cada evento y cada persona como una oportunidad real para expresar lo que realmente somos, se convierte en una segunda naturaleza el aceptartodo tal como es. La aceptación nos guía hacia un mundo de unidad y unicidad. Las separaciones y las diferencias se vuelven irrelevantes, las etiquetas y juicios abandonan nuestras mentes, mientras oportunidades únicas y mensajes especiales comienzan a aparecer por todas partes.

Al aprovechar las oportunidades y descifrar los mensajes, nuestro Ser Divino se hace más fuerte y se siente tan abundante de gozo y amor que aceptar ya no es suficiente, aprendemos a bendecircada evento y cada persona para el papel que desempeñan en nuestra propia ilusión. A estas alturas, cómodos con el concepto de unidad, somos conscientes de la ley universal de causa y efecto. Cada bendición dada será una bendición recibida. ¿Por qué íbamos a querer recibir algo más que bendiciones? Incluso, la más extraña de las circunstancias, por lo tanto, se bendice y se suelta. El mensaje para nosotros surgirá con el tiempo.

Mientras no podemos ver ni reconocer estos mensajes, confiamos en que están ahí, y bendecimos la expresión perfecta de lo que hemos elegido consciente o inconscientemente. En última instancia, nos despertamos al hecho de que los mensajes son un regalo de nuestra propia alma a nuestro yo consciente y llegamos a estar agradecidos por cada uno de ellos. Cada uno ofrece una oportunidad preciosa para nuestro crecimiento, cambio y magnificencia.

¿Cómo pueden estas cinco actitudes ayudarnos en nuestra vida diaria? ¿Cómo se pueden aplicar a una relación difícil?

El primer paso es volver a lo básico, o la santa Trinidad de la Vida Holística: conciencia, honestidad y responsabilidad. Tomar conciencia de lo que es: cómo siente, los ruidos, los olores, lo relativo a lo que está sucediendo en su cuerpo. Verdaderamente conectar con el aquí y ahorade una situación particular. Esto permitirá que sus profundos sentimientos surjan, así como su propia responsabilidad en la creación de esta situación con un propósito.

El segundo paso es ir a (a través del silencio y la presencia) y conectarse a la magia de tu propia naturaleza crística. Ahí está la alegría, la felicidad dichosa que le aleja de la ira y el miedo, hacia el amor.

El tercer paso es permitir a este amor a inundar cada célula y poro de su cuerpo. Si le ayuda, lo visualiza como una luz cálida que le empapa suavemente en su energía amorosa.

El paso final es actuar, hablar, vivir, desde este lugar de luz y amor. Confíe en su verdad y tenga fe en su naturaleza superior. Una mujer sabia me dijo que aun pudiendo infligir dolor a los demás cuando hablamos desde la verdad - debemos seguir honrando esa verdad.

Tenga en cuenta que nada puede cambiar en el exterior durante días o meses, toma tiempo. El principal cambio será dentro suyo, lo que le permitirá vivir su vida a través de la alegría y no de enojo o la frustración o la tristeza. El paso primero y más importante está dentro suyo…aprenda a honrarse y el mundo hará lo mismo.

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Por Annalisa Corti

Fuente: OMTimes Magazine