9 principios para una vida espiritual

9 principios para una vida espiritual


Sugerencias específicas de Wayne Dyer para vivir en el espíritu.

Cuando comenzamos nuestra formación humana, se nos enseñó a abandonar la mayor parte de nuestra identidad espiritual y a adoptar una nueva basada en la conciencia del ego, o en la sensación de estar separados del Espíritu. En otras palabras, vinimos aquí desde un lugar de inspiración y teníamos la intención de permanecer así; por desgracia, nos olvidamos de hacerlo y acabamos abandonando la mayoría de nuestras nociones inspiradoras en favor de un consenso de “realidad” que no incluía al Espíritu. Elegimos el falso yo, y por eso nos sentimos tan inexplicablemente fuera de propósito.

Nos gustaría volver a conectar con el mundo del Espíritu y, al mismo tiempo, no desprendernos del cuerpo familiar que hemos llevado durante toda una vida.

Mi libro, “Vivir una vida inspirada”, nos suplica que recordemos nuestro propósito y nuestra razón de estar aquí.

A continuación, 9 principios que nos ayudarán a reconectar con el Espíritu:

9 principios para una vida espiritual

1. Practica la risa
Cualquier cosa que no sea del Espíritu -como el miedo, la enfermedad, la preocupación, la vergüenza, la ira y similares- es digna de tu risa.

Practica reírte de la importancia que tú y tanta gente das a las circunstancias cotidianas. Míralo desde una perspectiva eterna, y te encontrarás aligerando esa pesada carga.

Tu ego quiere que vivas en un estado de autoimportancia, pero tu Espíritu Santo sabe que lo único verdaderamente importante es estar alineado con el Espíritu.

2. Ver el mundo como una ilusión
Ver este mundo físico como una ilusión irónicamente te permite disfrutarlo más y mantenerte inspirado.

Nos hemos creído la idea de que estábamos limitados en nuestra capacidad de crear una vida que lo abarcara todo, y estábamos seguros de que no teníamos elección en nuestro propio destino. Defendíamos nuestra necesidad de adquirir más y de vivir una conciencia de escasez en la que competíamos con todos los demás por una magra porción de todo el pastel. Todos estos pensamientos aprisionantes resultan cuando no somos guiados por el Espíritu.

3. Sé un observador: practica salir de ti mismo
Cuando otros intenten seducirte para que te sientas mal, culpable, preocupado, temeroso o cualquier cosa que no sea del Espíritu, repite sentimientos como “Esto no es mío”, “Me niego a poseerlo” y “No me desalinearé con el Espíritu”. En cualquier momento de tu vida, puedes practicar esta técnica del observador:

Sal mentalmente de tu cuerpo y observa qué es lo que intenta impedir que te sientas inspirado. Luego jura volver al Espíritu repitiendo las afirmaciones anteriores.

4. Recuerda que todo es espíritu: la muerte es una ilusión.
No hay ningún lugar en este Universo que esté desprovisto de Espíritu.

Todo y todos somos Espíritu antes, durante y después de la manifestación en forma física. Te insto a buscar este Espíritu cuando tu ego te haya convencido de que está ausente.

5. Busca lo bueno de lo que está sucediendo
En todos tus momentos no inspirados, practica dejar de parlotear con el ego y busca lo bueno, o una razón para lo que está sucediendo. Incluso en desastres naturales devastadores como huracanes, tsunamis, inundaciones, incendios y similares, busca lo bueno. No hay muerte desde la perspectiva del infinito, así que una vez que hayas eliminado el horror de morir de la ecuación, tendrás una perspectiva diferente.

6. Ayúdense mutuamente: sean más cooperativos
Si hemos sido criados en una conciencia del ego que ha enfatizado la necesidad de “mirar por el número uno”, y “conseguir lo que pueda antes de que otro lo haga”. Pero te aseguro que cuando hagamos la transformación a un ser de compartir, la cuestión de cómo inspirarse desaparecerá. Así que siempre que nos encontremos “queriendo más”, la solución es hacer más por la sociedad, por la humanidad o por el medio ambiente.

7.    No tener límites
Di este mantra: “No tengo absolutamente ningún límite en lo que pretendo crear”.

Al repetir estas palabras, descubrirás que te deslizas hacia el mundo del Espíritu, donde la ausencia de límites define toda la realidad.

8.    Muere estando vivo
Imagínate sin cuerpo.

Intenta pasar algún tiempo cada día en un estado de meditación, en el que dejes ir todas las ideas sobre el tiempo, el espacio y la direccionalidad lineal. Estás sin cuerpo, ni posesiones o apegos, viéndote a ti mismo de esta manera, comenzarás a emular el mundo del Espíritu.

9.    Espera un milagro
Recuerda que tienes fuerzas latentes esperando para ayudarte.

Visualízate como un ser que puede ordenar a estas fuerzas que trabajen contigo. Desarrolla una confianza privada en tu capacidad para activar y atraer fuerzas latentes. Recuérdate a ti mismo esta verdad: Si permanezco en armonía con mi Espíritu originario, esa Fuerza invisible que todo lo crea trabajará en mi favor.

A continuación, empieza a buscar el más mínimo indicio de que esas fuerzas hibernantes están despertando de su aparente letargo para trabajar contigo. En realidad, estas fuerzas nunca duermen, sino que sólo trabajan contigo cuando tu vibración coincide con la suya. Así que cambia tus expectativas: espera lo mejor, espera que te guíen, espera que cambie tu suerte, ¡espera un milagro!

Cuando estabas en-Espíritu antes de materializarte, tu objetivo era alto y tus expectativas eran como las de Dios. Vuelve a encontrarte con esa visión y comienza a Vivir Una Vida Inspirada hoy.

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Dr. Wayne W. Dyer.
Fuente: Healyourlife.com