Cada persona que conoces es tu espejo. Esto es lo que te enseñarán

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¡Todos son tu espejo!. Este es el mayor de todos los secretos de las relaciones y es lo  único que necesitas comprender para transformar todas tus relaciones.

Cada persona en tu vida es tu espejo.

Lo que esto significa es que los demás siempre están reflejándote partes de tu conciencia, lo que te permite verte a ti mismo, crecer y cambiar tus creencias sobre quién eres y sobre otras personas. Cuando lo hagas, tus relaciones también cambiarán positivamente. Las cualidades que más admiras en los demás son parte de tu conciencia y lo mismo ocurre con las cualidades que no te gustan. Esto significa que para cambiar algo en tus relaciones, debes ser el cambio que desea ver.

Todos son tu espejo

Puedes aprender a reconocerte en otras personas al darte cuenta de que todo y todos son tu espejo. Es solo cuando comprendes lo que realmente significa verte reflejado en ti, que no hay lugar para la culpa, no hay lugar para juzgar y no hay lugar para sentirse víctima de las acciones o palabras de otra persona. Solo hay lugar para el amor verdadero basado en la comprensión y la gratitud. El compromiso es fácil, el perdón es un hecho y el crecimiento es inevitable. Si bien esta verdad se aplica a todas tus relaciones, desde tu familia, a tus amigos y compañeros de trabajo, e incluso a aquellos a quienes consideras tus “enemigos”, es tu relación con tu pareja la que más te permite tener una mirada cercana y precisa de quién eres.

Cuando solo la cara parece cambiar

Ciertamente, no es ningún secreto que la mayoría de tus relaciones cercanas tienden a ser similares, si no idénticas, en tu resultado. Seguramente, has notado cómo la experiencia general y el efecto de cada una de tus relaciones parecen seguir siendo los mismos sin importar cuántas veces cambies la cara. ¿te suena familiar lo que te digo?  Si luchas en tus relaciones, la repetición de los mismos desafíos, las mismas frustraciones y las mismas inseguridades te dejan abatido e incluso reacio a intentarlo de nuevo. Comprender que todos son tu espejo es la ruta más poderosa y rápida para cambiar positivamente tus relaciones y todo comienza con tus creencias sobre las relaciones.

Cuanto más te disgusta una determinada cualidad en los demás, más te muestra una parte de tu conciencia que no reconoces en una de estas tres formas.

Reflexión 1: También es tu cualidad:

Si no te gusta la naturaleza celosa de tu pareja, es posible que descubras que también estás celoso, tal vez no de ellos, sino de otros. Si tu pareja te trata con falta de respeto, mira dentro de ti y ve a quién tratas con falta de respeto; puede ser un amigo, un miembro de la familia o las personas que te atienden. Si las inseguridades de tu pareja te deprimen, es posible que compartas tus inseguridades en algún área de tu vida. La razón por la que estas cualidades te molestan es porque también son tuyas. Mientras no los reconozca como tuyas, continuarán frustrándote, mientras que reconocerlas te brinda la oportunidad de cambiarlas.

Reflexión 2: Tus creencias sobre otras personas:

Si crees que no puedes confiar en otras personas, verás cualidades en tu pareja que te harán perder la confianza. Si crees que nadie se preocupa realmente por ti, te encontrarás en una relación en la que tu pareja carece fundamentalmente de la calidad del cariño. Si crees que las personas son deshonestas, atraerás una relación en la que encontrarás a tu pareja mintiéndote. Por supuesto, asegúrate de que estas creencias que tienes sobre los demás no sean también tus cualidades de alguna manera. Pero, de cualquier manera, son tu espejo.

Reflexión 3: La forma en que te tratas a ti mismo:

El último aspecto de tu conciencia que una pareja puede estar reflejándote es la forma en que te tratas a ti mismo o lo que crees sobre ti mismo. Si tu pareja te critica, es posible que descubras que eres demasiado crítico contigo mismo (y quizás con los demás). Si tu pareja ignora tus necesidades, es posible que también ignores la tuyas propias. Si sientes que te falta el respeto, pregúntate cuánto te respetas a ti mismo. Como todos son tu espejo, les enseñas a los demás cómo tratarte a ti mismo.

Los extremos opuestos no se atraen, se encuentran

Puedes encontrar una cualidad que ves en tu pareja que parece ser opuesta a la suya, pero es la misma cualidad expresada de manera diferente. Este suele ser el caso cuando una determinada cualidad se expresa extremadamente. Sin embargo, sigue siendo tu espejo. El autor del Nuevo Pensamiento , William Walker Atkinson, dijo que “Los opuestos extremos no se atraen, se encuentran”. Para entender esto visualmente, imagina una línea horizontal con los extremos opuestos a cada lado. Ahora, imagina que la línea se convierte en un círculo y encontrarás que los dos extremos se encuentran para cerrar el círculo.

Un encuentro de los opuestos en nombre del equilibrio

El introvertido “atrae” al extrovertido, el débil “atrae” al fuerte, el dar “atrae”  el recibir. Estos socios 'se encuentran como extremos opuestos' como una oportunidad para aprender unos de otros y equilibrar su propia calidad extrema. Dado que todos son tu espejo, para “atraer”  a tu opuesto en una determinada calidad, debes estar en el extremo igual pero opuesto del espectro relativo y por lo tanto, está desequilibrado en lo que respecta a esa calidad. En pocas palabras, los opuestos se encuentran (o se atraen, como hemos aprendido a decir) en busca del equilibrio. Cuando ninguna de tus cualidades está en ninguno de los extremos, ya no puedes encontrar tu opuesto en una pareja, ni en otras personas.

Quiero que detenga el caos y el movimiento infinito en tu vida por un momento y respire hondo.

Mientras inhala, deje que tus pensamientos vuelen hacia todas las personas en tu vida, sin importar cuántas de ellas haya. No importa. Mientras exhala, comience a navegar a través de tus emociones y piensa en todas y cada una de esas personas.

Ahora dime, ¿qué has experimentado?

Puedes sentir emociones agradables como amor, seguridad, admiración y respeto. Por otro lado, es posible que haya experimentado odio, celos, dolor, miedo, ira, agitación, frustración y vergüenza. Aunque somos propensos a ver un conjunto de emociones como bueno y otro espectro como malo, quiero que aceptes cada emoción que aparece. Deja que todos existan.

No dejes de juzgar. Deja que fluya hacia arriba y hacia abajo. El juicio es crucial cuando se trata del desarrollo y crecimiento espiritual.

Entonces, lo único que todos debemos recordar es que cada persona que conocemos en la vida es nuestro espejo. Todos reflejan algún rasgo esencial de nuestra existencia. Estas personas son un reflejo; nuestros mayores maestros. Con la forma en que los tratamos, simplemente mostramos la relación que tenemos con nosotros mismos.

Entonces, ¿por qué no te tomas un minuto y piensas en todas las cosas que te gustan o no te gustan de otras personas? Profundiza, observa el panorama general y te darás cuenta de que lo que te gusta o no de los demás, es en realidad lo que apruebas o desapruebas en ti mismo.

Si no me agradas porque estás enojado todo el tiempo, no me agrado a mí mismo por sentir enojo hacia tu enojo.

Si te reprocho que me trates mal, me reprocho a mí mismo que me trates mal.

¿Ves ahora que toda acción externa se correlaciona con tu contraparte interna y viceversa?

Cada persona en nuestra vida es un maestro potencial. Estas son algunas de las lecciones que puedes aprender de las emociones negativas que te provocan los demás.

Ira/enojo = Necesito ver el panorama más amplio del mundo.

Duelo = Necesito aprender a aceptar la vida y reconectarme con mi centro.

Miedo = Necesito aceptar que no puedo controlarlo todo.

Odio = Necesito darme amor y perdón para poder dárselo a los demás.

Vergüenza = Necesito explorar mi lado oscuro y lo que he reprimido.

Culpa = tengo que asumir la responsabilidad.

Celos = Necesito respetar la situación en la que me encuentro.

Culpabilidad = Necesito hacer una introspección y ver dónde y por qué perdí el contacto con la verdad.

Irritabilidad = Necesito respetar las necesidades de otras personas mientras yo respeto las mías.

Al final del día, el crecimiento espiritual y el desarrollo de nuestra alma dependerán de cómo percibimos y reaccionamos a las personas en nuestras vidas. Una vez que hayas aprendido que eres un estudioso de la vida, dejarás de ser víctima de las circunstancias.

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