Gente Tóxica: El Descalificador

Gente Tóxica: El Descalificador


-¡Excelente trabajo!, lástima que lo entregaste tarde.
Un jefe a su empleado

1. Equipaje prestado

Muchas personas desperdician a diario minutos y horas de su tiempo tratando de descalificar a todo aquellos que se encuentran a su alrededor. Pareciera ser que disfrutan al menospreciar y rebajar a los demás, sea cual fuere la tarea que están realizando o el vínculo que tengan con las víctimas.

Si alguna vez padeciste este tipo de ataque verbal, es posible que te hayas cuestionado el origen de estas agresiones, que te hayas preguntado cuáles fueron las causas que las motivaron y, seguramente, no hayas encontrado la respuesta.

Podemos proponer diferentes teorías y suposiciones: sin llegar a ninguna conclusión única sí podemos de todas maneras darnos cuenta de que el descalificador tiene como objetivo controlar nuestra autoestima, hacernos sentir “nada” ante los demás, para que de esta forma, él pueda brillar y ser el centro del universo.

Si haces algo, el descalificador te criticará por accionar y si no accionas, te juzgará por no hacerlo. Su especialidad son los dobles mensajes y los mensajes ambivalentes. Los descalificadores hoy te endiosan y mañana te bajan del pedestal en un instante. Juegan juegos crueles que pretenden desestabilizar tus emociones y robarte los sueños.

Su idea es que vivas desconfiando, te sientas inseguro y seas dependiente de sus palabras y opiniones. Invalidar, descalificar, manipular son los objetivos, las metas del descalificador. El procura tener control y poder sobre tus emociones, tu alma y tu razón para luego destruir tu estima y que entonces que pases a depender absolutamente de él. ¡Es un digno representante de la gente tóxica!

Sin embargo, no todas son malas noticias. Podemos recuperar el control de nuestras emociones, de nuestra estima y ser libre de cada uno de los descalificadores. ¡Podemos desintoxicarnos! Aprendamos a reconocerlos y a accionar de la forma más productiva y eficaz para que nadie salga herido ni perjudicado.

2. Cómo reconocer a un descalificador y evitar salir lastimado

Conocer e identificar el modus operandi del descalificador nos permitirá neutralizar sus ataques, defendernos y resguardarnos inteligentemente, y así coartar y limitar su avance y sus intenciones.

Comencemos a visualizar las tácticas y las estrategias del descalificador:
• Se esconde detrás de máscaras: juega el papel del amigo, del compañero y por qué no, hasta de un hermano.
• Finge estar interesado en lo que haces, pero en su mente tramará cómo sacar ventaja de aquello en lo que estás trabajando.
• Es irónico y sarcástico: mediante indirectas e insinuaciones te hará creer que lo que estás haciendo no está del todo bien, influyendo de esta manera tu proyecto.
• Vivirá usando una lupa para ver con detalle tus defectos, para luego utilizarlos a su favor y poder así desvalorizarte en el momento indicado, convirtiéndote en su presa y en su víctima.
• Tratará por todos los medios de reducir tu estima y tu valor a cero para que su figura y su poder aumenten. Sólo si tú mermas, él podrá hacerse grande 
• Estará atento a escuchar los reclamos y las quejas que tú hagas sobre ti mismo, para que en el momento adecuado y certero pueda sacarlos a luz y así menoscavar tu estima y tu poder.
• Agigantará tus errores y tus fracasos y reducirá al máximo el valor de tus logros y de tus éxitos.
• Por momentos intentará ser un ángel, un ángel enmascarado y agazapado, que en el momento preciso será capaz de dar la estocada final. Si por alguna circunstancia debes enfrentarte o competir con él, por ejemplo, en un proyecto laboral, a este “ángel” no le importará haberte dicho ser “tu hermano” en algún momento, sino que avanzará con toda la artillería lista para desvalorizar tus logros y hacerte quedar como una pobre persona que no consigue nada de lo que se propone en la vida.
• Vivirá escondido detrás de una máscara para jugar así mejor su juego, ocultando su mal humor, su irritabilidad y la falta de dominio propio al no poder presentarse y relacionarse tal cual es. Su propia vulnerabilidad logra asustarlo.
• Su objetivo es tener “poder y control” sobre todo cuanto sucede y sobre todos aquellos que estén a su alcance.
• Sólo él tiene razón y conoce a la perfección todos los temas y asuntos que pueden tratarse.

¿Conoces a alguien así?
Seguramente en cientos de oportunidades has tenido que convivir con muchos de ellos, y hoy, mientras estás leyendo, estás viendo mentalmente el retrato de aquel que le acosó y trató de amargarte y hacerte difícil la convivencia. Ellos sienten que, cuanto mayor control tienen, mayor es su satisfacción, (aunque ese control sea efímero).


Aunque te parezca difícil de creer, todos, alguna vez, fuimos víctimas de un descalificador; incluso los mismos que ahora descalifican han sufrido en su momento permanentes agresiones que lastimaron su estima y sus ganas de crecer.

Todos hemos recibido respuestas y contestaciones letales que nos han dejado atónitos o sin palabras; sin embargo es importante resaltar que “todos” tenemos la oportunidad de cambiar, de pedir disculpas si hemos descalificado y de revertir las actitudes y las acciones que desplegamos a diario si estas son nocivas para nosotros o para terceros.

Continuará...

Bernardo Stamateas -"Gente Tóxica"