Síguenos en nuestro canal de WhatsAppLibérate de la carga de los problemas del pasado y de los juicios de los demás, ¡y avanza!
A veces, es fácil quedarse atrapado en emociones y situaciones que obstaculizan nuestro progreso.
Podemos perder mucho tiempo aferrándonos a problemas pasados o absorbiendo comentarios negativos de quienes nos rodean.
Pensamos que éste es un buen lugar para evolucionar y aumentar nuestra conciencia del presente. Sin embargo, a veces pasamos por alto lo arriesgado que es caminar mirando hacia atrás.
Libérate del peso de los problemas del pasado y de las opiniones de los demás, ¡y avanza!
A veces es fácil quedarse atrapado en emociones y situaciones que obstaculizan nuestro progreso en la vida. Podemos pasar mucho tiempo dándole vueltas a problemas pasados o a comentarios negativos de quienes nos rodean. Pensando erróneamente que ése es un buen lugar para evolucionar y aumentar nuestra conciencia del presente.
Sin embargo, no siempre nos damos cuenta de lo arriesgado que es caminar mirando al pasado.
Por supuesto, siempre es beneficioso hacer un análisis de nuestro pasado en busca de lecciones que aplicar a nuestra vida presente. Pero es imprescindible que no basemos todo nuestro camino en cosas que ya pertenecen al ayer. Y que ya no forman parte de nuestra historia.
La vida ocurre en el presente, no en el pasado. El hoy representa una oportunidad para encontrar nuevas fuentes de felicidad y crear la realidad en la que realmente queremos vivir.
El ayer es el relato de nuestra historia, una fuente de lecciones y recuerdos preciosos.
Pero nunca debe ocupar el centro de nuestra vida. Porque nada innovador puede surgir de una época pasada. Cargando con el peso innecesario del pasado, sólo retrasamos nuestra realidad presente.
No importa por lo que hayamos pasado o las críticas negativas a las que nos hayamos enfrentado. El presente siempre ofrece una oportunidad de crecimiento. Y para reforzar nuestra autoestima y distanciarnos de las cosas que nos perjudican.
Los errores de ayer y las heridas infligidas por otros no determinan la trayectoria de tu vida a partir de ahora. Tus sufrimientos y pérdidas no disminuyen en absoluto tu derecho a la felicidad y a la plenitud. No permitas que tu pasado dicte una realidad inferior a la que mereces en el presente.
¡Sigamos adelante! Levanta la cabeza y afronta los retos con confianza. Y condiciona tu mente para que permanezca anclada en el ahora, porque es ahí donde reside tu mejor vida.
Libérate del peso de tus problemas antiguos, y de todo lo que ya no forma parte de tu historia.
¡Y descubrirás una multitud de posibilidades para cultivar la felicidad y la plenitud! El apego al ayer sólo limita tu vida en el presente. Date más amor y consideración. Y rompe con todo lo que ya no contribuye a tu bienestar.
Al soltar esas ataduras, te estás abriendo de verdad a la transformación de tu realidad, ofreciéndote la oportunidad de encontrar la vida que mereces plenamente. Esto implica un acto consciente de desprendimiento de las cosas que ya no te sirven.
Crear espacio para nuevas experiencias positivas. Y oportunidades de realización personal. Liberarte del peso del pasado te permitirá implicarte plenamente en el presente, dispuesto a abrazar un futuro más gratificante y satisfactorio.
Por Sandra V.
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