Síguenos en nuestro canal de WhatsAppAmo los abrazos que, aunque no necesariamente resolverán mis problemas, me hacen comprenderlos y finalmente darme cuenta de que no me rendiré fácilmente.
Me encantan los abrazos que juntan mis pedazos rotos, alejan la soledad y traen alegría.
Cuando un abrazo es fuerte y apretado, a menudo, parece que te va a romper, cuando en realidad, sólo te une. Éstos son los abrazos que forman lazos especiales y crean armonía; éstos son los abrazos que detienen el tiempo..
Hay a quien no le gustan los abrazos o dice que no los necesita, pero seamos sinceros, todos necesitamos que alguien nos abrace fuerte en algún momento.
Hay muchos tipos de abrazos; tantos como personas, situaciones y conexiones, pero cada uno tiene un significado y envía un mensaje diferente.
Un abrazo que cura
“Cada vez que abrazamos a alguien con cariño, ganamos un día más de vida”- Paulo Coelho, Aleph
Muchas veces, un abrazo es la mejor terapia porque puede ayudarnos a sentirnos más fuertes y a seguir adelante. Un abrazo es la forma más rápida de comunicarnos con las personas que queremos, ya que dice mucho más que las palabras.
Cuando dos cuerpos se unen en un abrazo, nos sentimos felices, tranquilos y relajados. Al sentirnos queridos y poder apreciar la paz que nos da el calor de un abrazo, reforzamos aún más nuestra autoestima.
De hecho, los abrazos nos permiten sobrellevar el dolor un poco más fácilmente, hacer entender a los demás cómo nos sentimos y permitirnos mostrar nuestro amor y apoyo.
Un pequeño abrazo puede secar muchas lágrimas, una pequeña palabra llena de amor puede llenarnos de felicidad y una pequeña sonrisa puede cambiar el mundo.
A veces, los abrazos son sólo físicos, un contacto de dos cuerpos, rápido y fácil. En otros casos, los abrazos están llenos de emociones, capaces de hacernos sentir emociones indescriptibles.
Luego están los abrazos de las almas, llenos de las más puras y mejores intenciones... a través de estos abrazos nos damos cuenta de que la paz es gratuita y accesible, porque escuchar lo que los demás tienen que decir nos completa y nos permite dar sin pensar lo que sabemos que volverá a nosotros.
Abrazar la vida es lo mejor que podemos hacer por nuestro bienestar emocional y por el bienestar de los que nos rodean. Y es que los abrazos no necesitan palabras para expresar algo.
¿Alguna vez te has abrazado a ti mismo? ¿Has sentido alguna vez el calor? ¿Has aliviado tu propia pena? ¿Te has elogiado por lo que has conseguido? El calor de tu abrazo íntimo y personal es la clave para mantener un estado permanente de bienestar.
De este modo, trabajamos el arte de amar; eliminamos los muros que hemos levantado a nuestro alrededor y derretimos el hielo para volver a nuestro auténtico yo.
Abrazarnos significa abrirnos a nosotros mismos para poder conectar con nuestro interior y avanzar. Porque el toque de nuestra alma conecta nuestro yo interior y nuestra imagen exterior.
Si te abrazas, te quieres. Si te gustas, te conoces. Y si te conoces, te construyes. Porque tomarnos en nuestras manos libera nuestras emociones y nos permite acercarnos a una buena vida.
Abrazar la canción escrita en la piel que nos protege del falso amor, de la dependencia, de la idealización y de todo aquello que nos debilita y empobrece, preservando los valores y la bondad que reside en el interior de cada uno de nosotros.
Muchas veces, un abrazo es la mejor terapia porque puede ayudarnos a sentirnos más fuertes y a seguir adelante. Un abrazo es la forma más rápida de comunicarnos con las personas que queremos, ya que dice mucho más que las palabras.
Cuando dos cuerpos se unen en un abrazo, nos sentimos felices, tranquilos y relajados. Al sentirnos queridos y poder apreciar la paz que nos da el calor de un abrazo, reforzamos aún más nuestra autoestima.
De hecho, los abrazos nos permiten sobrellevar el dolor un poco más fácilmente, hacer entender a los demás cómo nos sentimos y permitirnos mostrar nuestro amor y apoyo.
Un pequeño abrazo puede secar muchas lágrimas, una pequeña palabra llena de amor puede llenarnos de felicidad y una pequeña sonrisa puede cambiar el mundo.
A veces, los abrazos son sólo físicos, un contacto de dos cuerpos, rápido y fácil. En otros casos, los abrazos están llenos de emociones, capaces de hacernos sentir emociones indescriptibles.
Luego están los abrazos de las almas, llenos de las más puras y mejores intenciones... a través de estos abrazos nos damos cuenta de que la paz es gratuita y accesible, porque escuchar lo que los demás tienen que decir nos completa y nos permite dar sin pensar lo que sabemos que volverá a nosotros.
Abrazar la vida es lo mejor que podemos hacer por nuestro bienestar emocional y por el bienestar de los que nos rodean. Y es que los abrazos no necesitan palabras para expresar algo.
¿Alguna vez te has abrazado a ti mismo? ¿Has sentido alguna vez el calor? ¿Has aliviado tu propia pena? ¿Te has elogiado por lo que has conseguido? El calor de tu abrazo íntimo y personal es la clave para mantener un estado permanente de bienestar.
De este modo, trabajamos el arte de amar; eliminamos los muros que hemos levantado a nuestro alrededor y derretimos el hielo para volver a nuestro auténtico yo.
Abrazarnos significa abrirnos a nosotros mismos para poder conectar con nuestro interior y avanzar. Porque el toque de nuestra alma conecta nuestro yo interior y nuestra imagen exterior.
Si te abrazas, te quieres. Si te gustas, te conoces. Y si te conoces, te construyes. Porque tomarnos en nuestras manos libera nuestras emociones y nos permite acercarnos a una buena vida.
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Por Alma Consciente
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