10 estrategias para deshacerte de tu mal karma

10 estrategias para deshacerte de tu mal karma


“Cambia el mal karma, porque tú y el karma vibran del mismo modo”

El karma se define como “la fuerza generada por las acciones de una persona, que en el hinduismo y el budismo se considera que perpetúa la transmigración y, en sus consecuencias éticas, determina la naturaleza de la próxima existencia de la persona”. Dicho de otro modo, lo que va retorna.

El karma pesado puede atraparnos en los mismos viejos patrones al empujarnos hacia los mismos tipos de personas, trabajos, enfermedades, eventos, accidentes y cargas innecesarias. Una ruptura muy necesaria en el ciclo kármico puede ocurrir cuando analizamos nuestro karma personal y tomamos las medidas necesarias para resolverlo.

Todos los seres humanos estamos sujetos a la ley kármica, pero ésta no tiene por qué aprisionarnos. Muchas personas creen que son víctimas del mal karma y que no tienen ningún control sobre él, lo que sencillamente no es cierto. Sea cual sea el karma que hayas traído a esta vida, puedes cambiarlo, moldearlo y utilizarlo a tu favor. El significado literal de karma, “acción”, sugiere la posibilidad de cambio.

10 estrategias para deshacerte de tu mal karma

Entonces, ¿cuál es la forma más sana y segura de mejorar tu karma?

Te proponemos pongas en práctica las siguientes estrategias para despegarte de tu karma actual y manifestar una nueva realidad:

1.- Escucha al universo.
¿Eres de los que suelen quedarse atrapados en el tráfico o en largas colas? En lugar de dar golpecitos con el pie y tocar el claxon, piensa en lo que el universo está tratando de decirte. (Pista: ten paciencia.) Las lecciones que necesitas aprender están a tu alrededor; sólo tienes que saber verlas con más claridad.

2.- Haz una buena acción.
Este es el método más sencillo para invertir tu karma. Si envías energía positiva, recibirás energía positiva de vuelta. Así que ayuda a esa anciana que cruza la calle, deja algo de cambio en la caja de caridad, o compra una hamburguesa con queso para una persona sin hogar. Recibirás si das, pero recuerda siempre que al dar, no debes esperar nada a cambio.

3.- Cambia tu rutina.
Si vas a los mismos sitios, ves a las mismas personas y haces las mismas cosas todos los días y notas que tienes “mala suerte”, cambia las cosas. El universo puede estar intentando decirte que hay algo que deberías dejar de hacer o que hay otra cosa que deberías empezar a hacer.

4.- Aprende sobre tus vidas pasadas.
Averiguar qué elecciones hiciste en tu vida o vidas anteriores puede ayudarte a entender los patrones que estás viendo en ésta. Una vez que hayas determinado qué lecciones te quedan por aprender, podrás modificar tu comportamiento en consecuencia.

5. Corta lazos con personas tóxicas.
La vida ya es bastante complicada: No dejes que las personas equivocadas la compliquen aún más. Si la energía de otra persona no te hace sentir “bien” y te causa estrés constantemente, te debes a ti mismo y a tu karma dejar que sigan su propio camino. Esto no significa que necesites crear mala voluntad entre tú y otra persona, pero debes distanciarte educada y respetuosamente y establecer límites con las personas que te traen más daño que bien.

6. Aprende de tus errores y responsabilízate de ellos.
Cuando admitas tus propios errores, empezarás a sentir que tu energía cambia. Asumir la responsabilidad puede ser difícil porque a tu ego no le gusta que le echen la culpa. Empieza poco a poco haciendo una auditoría de tus errores pasados y contemplando cómo podrías hacer las cosas de forma diferente la próxima vez que se presente una situación similar. Esto no quiere decir que debas sentirte culpable o darle vueltas al pasado, sino simplemente que, en el futuro, prometas consultar primero tu karma cuando te enfrentes a una decisión.

7. Desafía tus debilidades.
De forma natural, nos percibimos débiles en ciertas áreas y fuertes en otras. Quizás pienses que eres bueno complaciendo a los demás, pero malo defendiéndote. Lo que no sabes es que tus debilidades son tus puntos fuertes secretos: te definen tanto como tus rasgos más preciados.

No te conviertas en la “víctima” de tus puntos débiles, ya que esto invita a todo tipo de escenarios kármicos que juegan con tu sensibilidad. En lugar de eso, desarrolla el coraje para desafiar tus caídas y tomar las riendas de los patrones kármicos.

8.- Practica el Feng Shui.
El antiguo arte de la colocación y el karma están inextricablemente unidos. El buen karma conduce a una mejor energía, y el Feng Shui elimina la negatividad de tus espacios, permitiendo que la energía positiva fluya a través de su hogar y dentro de ti, ayudando a mejorar tu karma. Aprende a aplicar el antiguo arte chino del Feng Shui en tu vida diaria.

9. Emprende una nueva acción.
A veces estamos tan atascados en una determinada forma de ser que no vemos sus evidentes inconvenientes. Desacelera lo suficiente como para darte cuenta de que tu antigua forma de hacer las cosas ya no te beneficia. Si no es así, es hora de modificar tu comportamiento.

Actuar con principios es la forma más sencilla e infravalorada de compensar todas las deudas kármicas y generar karma positivo. Haz el bien, incluso cuando no se espera que lo hagas. En caso de duda, actúa como te gustaría que los demás actuaran contigo.

10.- Aprende a perdonar.
El mal karma se alimenta del resentimiento y hace que atraigas a personas que te dan aún más motivos para estar resentido. A menudo nos preguntamos por qué no podemos escapar de la rueda de la negatividad: Es porque evitamos la verdad de que son nuestras propias emociones las que nos hacen caer en esos ciclos. Perdonar es desprenderse de la ira, la amargura y la frustración que albergamos en nuestro interior.

Cada persona libra sus propias batallas kármicas. Cuanto antes identifiquemos las fuentes de nuestro karma no resuelto y actuemos para solucionarlo, antes experimentaremos el milagro de la liberación para cumplir el propósito mayor de nuestras vidas en este momento.

El perdón es un doble golpe en términos de karma. No sólo generas buen karma para ti, sino que también ayudas a la liberación del karma negativo de la otra persona. Estarás preparado para cambiar tu karma una vez que comprendas cuáles son tus energías kármicas: qué experiencias o personas estás atrayendo a tu vida para recibir las lecciones que te ofrecen.

Tus pensamientos y emociones, seas o no consciente de ellos, afectan a los demás y se reflejan en tu entorno. Cada pensamiento es energía, y cada pensamiento envía una vibración que afecta a todo lo que hay en el entorno, desde tu propio cuerpo físico hasta cada aspecto del mundo exterior: las personas, los animales, las plantas y el propio cosmos.

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