11 maneras de dejar de preocuparte por cosas que no puedes controlar

11 maneras de dejar de preocuparte por cosas que no puedes controlar


¿Eres el tipo de persona que siempre se preocupa por lo que la gente piensa de ti o de tus acciones? ¿Siempre piensas en tus errores pasados y en las cosas que podrías haber hecho de manera diferente? ¿Agotas tu tiempo pensando en lo que te pasa porque la persona que amas no pueden amarte? ¿Terminas culpando a tus padres por no ser tan guapos como las celebridades que ves en la televisión? Hacer hincapié en estas cosas es normal. De hecho, todos tienden a preocuparse por cosas sobre las que no tienen control y detenerlo es más fácil decirlo que hacerlo.

Sin embargo, este hábito solo causará estrés, ansiedad y depresión. Es por eso por lo que debes ayudarte a romper este hábito. Es difícil de hacer, pero no es imposible. Aquí hay algunas formas efectivas que puedes hacer para que dejes de preocuparte por las cosas que no puedes controlar:

11 maneras de dejar de preocuparte por cosas que no puedes controlar

1. Aprende a dejar ir
Una fuente principal de frustración e infelicidad es no dejar ir. Claro, dejar ir siempre es difícil, pero recuerda que siempre hay cosas que no puedes cambiar. ¿Llegaste tarde a tu presentación? ¿Hiciste algo terrible que lastimó a tus amigos, a tu familia o a alguien especial? Ya sucedió; no puedes retroceder el tiempo. Lo que puedes hacer es aceptar la consecuencia y dejarla ir. Solo entonces puedes avanzar y concentrarte en qué hacer a continuación.

2. Concéntrese en las cosas que puede controlar
Si cometiste un error en el pasado, piensa en las cosas que puedes realizar ahora para hacer las cosas bien. Si no está satisfecho con el rendimiento de tu último mes en el trabajo, trabaja en las cosas que aún puedes arreglar y mejorar. Evita llegar tarde. Mantente alejado de las distracciones. Si reprobaste un examen, entonces quizás tengas que cambiar tus hábitos de estudio. Si hay cosas que no puede controlar, también hay muchas cosas que aún puede cambiar. Por lo tanto, elige lo que vale tu tiempo y esfuerzo.

3. Piensa en un plan de contingencia
En lugar de pensar en qué pasaría, convierte en una meta mirar hacia el futuro. Si las cosas no funcionan de la manera deseada, no te rindas todavía. Ejecute el plan B, C, etc. Tal vez, necesite cambiar tu estrategia, tu forma de pensar o cómo responder a las cosas. Utiliza todos los recursos disponibles. Concéntrate en encontrar soluciones en lugar de encontrar cosas imaginarias de las que preocuparte.

4. Sal de tu zona de confort
Otra forma de dejar de preocuparse es tener el coraje de hacer algo diferente. Ábrete al mundo. Conocer gente nueva. Prueba cosas nuevas, mantén la cabeza alta y sorpréndete con las cosas que realmente eres capaz de hacer. Salir de tu zona de confort seguramente puede marcar la diferencia en la forma en que ve las cosas.

5. Esfuérzate por convertirte en una mejor persona
En lugar de enfocarte en cosas que no puedes controlar, como complacer a todos, trata de convertirte en una mejor persona, no para nadie sino para ti mismo. Aprende de tus errores pasados. Es posible que no tenga control sobre tus decisiones pasadas o sobre quién puede quedarse y salir de tu vida, pero siempre tienes la oportunidad de mejorar y convertirte en una mejor persona.

6. Rodéate de personas positivas
Preocuparse demasiado solo puede volverte loco. Trata de hablar con tus amigos, los que te escuchan y realmente te entienden. Comparte con ellos las cosas que te preocupan. Considera sus consejos. Permite que te den una nueva perspectiva sobre cómo manejar las cosas que están fuera de su control.

7. Mantente abierto al cambio
Casi todo en la vida es incierto. Sin embargo, también es lo que hace que la vida sea hermosa, así que aprende a aceptar la incertidumbre. Sí, el cambio es inevitable, pero es posible que nunca sepas qué oportunidades hay para ti. Emociónate con el cambio y aprende a adaptarte cuando llegue.

8. Evita culparte a sí mismo
Algunas cosas están más allá de nuestro control, así que no te culpes a ti mismo. Es posible que hayas hecho algo inmaduro, algo estúpido en el pasado, pero aún tienes la oportunidad de aplicar las lecciones que has aprendido. Culparte a ti mismo no te hará ningún bien. No seas demasiado duro contigo mismo. Más bien, inspírate en las personas que han pasado por muchas cosas. Cree que también puedes ser mejor.

9. Practica la atención plena
Esto puede ser difícil para alguien que se mantiene preocupado, pero trata de cerrar los ojos. Respirar. Meditar. Mantente enfocado. Acostúmbrate a meditar durante 5-10 minutos todos los días. Una vez que se convierta en parte de tu rutina, te daras cuenta de lo beneficioso que es para ti.

10. Prueba un estilo de vida saludable
Tu estilo de vida puede ser la fuente de tus propios problemas. Por ejemplo, te preocupa ganar tanto peso, pero no estás haciendo nada al respecto. ¿Qué hay de dar algunos pequeños pasos en su lugar? Intenta hacer ejercicio todos los días. Evita comer demasiada comida rápida. Bebe más agua. Duerme lo suficiente. A veces, piensas que no puedes hacerlo, pero tu verdadero enemigo eres tú. Entonces, comienza a conquistarte a ti mismo.

11. Tómate un tiempo libre en las redes sociales
Dedicar tanto tiempo a navegar en tus cuentas de redes sociales puede darte más razones para preocuparse por las cosas. Te preocupa no tener una pareja mientras todos se casan y construyen su propia familia. Te preocupa quedarte fuera porque has visto a tus amigos disfrutar del sabor del éxito. Si crees que no es saludable para ti, también puedes tomar un descanso de las redes sociales y tratar de concentrarte en materializar tus propios objetivos. Además, siempre puedes volver cuando quieras.

A veces, es difícil aceptar la realidad de que no tienes control sobre tantas cosas en tu vida. Sin embargo, si usas todo tu tiempo y energía en estas cosas, pierdes. Acabarás más estresado y pesimista sobre la vida. Es hora de romper con ese hábito. Con suerte, los consejos dados anteriormente te ayudarán a dejar de preocuparte por cosas que no puedes controlar. Puedes hacerlo: un paso a la vez.

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