Si cada vez que entras en un hospital, en el metro o en  una casa sientes que te quitan la energía, que casi te desmayas o te mareas o  te da asco, que es como si te quitaran las pilas y luego ya no puedes hacer  nada más… es que eres como “esponja”.
Eso es  porque eres muy sensible a las energías, es una cualidad, seguramente gracias a  esa sensibilidad se te dan muy bien las terapias energéticas, te gusta la  espiritualidad y sabes que puedes ayudar a sanar a la gente o al menos a que se  sientan mejor que antes.
Lo que  no está bien es tú quedarte mal después de estar en contacto con mucha gente o  en un lugar donde ha habido sufrimiento.
Y peor aún es cuando te quedas mal  después de hacer una sesión de sanación a alguien que estaba muy mal.
¿Por qué es negativo todo esto?
Primero porque somos seres sociales y nos viene bien estar con gente. No poder entrar en el metro o en un hospital cuando tienes que visitar a algún familiar no es algo positivo, es algo que te limita y te podría traer problemas con tu pareja si él/ella no lo entiende o con tu familia.
Claro  que prefieres ir a “hablar” con un árbol, o estar en la naturaleza, pero  limitarte en algo nunca es positivo. Vamos a explicar con ejemplos muy fáciles  lo que te está pasando.
- Cuando alguien está “muy mal” es porque está vibrando en una muy baja frecuencia, vamos a llamarle que tiene una energía muy densa o negativa.
- Cuando hay muchas personas que están muy mal en un lugar, ese lugar se impregna de esas energías de baja frecuencia.
Por eso  hay lugares en los que una persona sensible al entrar ya siente un “bajón”.
La energía de los hospitales
Todo  ese coktail de energías “negativas” hace que un hospital tenga una energía  “horrible” y que cuando tengas que entrar a visitar a algún familiar o amigo  salgas hecho polvo.
El Metro / Trenes
Tienen  otro tipo de energía, la gente que se sube al metro lleva prisa, normalmente va  a trabajos que no le apasionan, a veces han tenido días duros en el trabajo,  están nerviosos, tensos, estresados y eso provoca agresividad, así que están  irritables y si alguien los mira “feo” ya entran en cólera, aparte hay robos,  hurtos, engaños, necesitan estar muy alerta… así que una persona sensible se  sube al metro y se baja de mal humor, instantáneamente y sin darse cuenta.
Casas (no la tuya)
Entonces ¿qué podemos hacer los esponjas? ¿Ya no salir a ninguna parte? ¿No podremos ser voluntarios de reiki en hospitales porque vamos a salir como para que nos hagan el reiki a nosotros mismos?
No es ser “bondadoso” absorber lo malo de los demás y quedarse mal por ello.
Para  empezar todos somos iguales, somos complementarios, sin uno sólo de nosotros el  gran TODO estaría incompleto, así que nadie es mejor o peor que otro por ser  más sensible.
 
Una  persona sensible con ganas de ayudar y de servir NO PUEDE SER ESPONJA,  precisamente porque para ayudar o sanar necesitas trabajar con las energías  densas o negativas y transmutarlas en energías positivas… así que vamos a  trabajar en ello!
Vamos a  visualizar que la energía “negativa” está representada por la obscuridad y la  energía positiva está representada por la LUZ.
Si hay  una habitación completamente obscura y enciendes una cerilla, qué pasa?
Que aunque sea poquito pero toda la habitación se ilumina uniformemente, no  queda un espacio obscuro por aquí, ni una franja oscura por allá, TODO se  ilumina; y lo mismo pasaría si encendieras una linterna, una bombilla, etc. O  sea que en presencia de la LUZ la obscuridad desaparece instantáneamente, no  poco a poco sino de golpe… si iluminas algo la obscuridad desaparece en ese  mismo instante.
Ahora  vamos al caso opuesto, que pasaría si hay una habitación completamente  iluminada y tu la quieres obscurecer, existen las cerillas que obscurecen la  luz? y las bombillas obscurecedoras? y las linternas?
En el mundo material o físico no existe nada capaz de obscurecer la LUZ y “como  es arriba es abajo y como es abajo es arriba” en el mundo espiritual tampoco  existe ninguna obscuridad que pueda seguir existiendo en la LUZ…
Has escuchado miles de veces que nosotros somos sólo energía y como  vivimos en la dualidad (en nuestra realidad hay frío y calor, luz y obscuridad,  bueno y malo, etc.) pues hay energías positivas y negativas.
Entonces cuando estás enfermo, miedoso, enfadado, agresivo, deprimido,  triste, preocupado, arrepentido, etc., estás metido en la energía negativa, en  la más densa, o sea todo tu estás vibrando en una frecuencia muy baja, en  nuestro ejemplo estás en la obscuridad.
Y cuando estás feliz, confiado, amoroso, sano, alegre, optimista, con  ganas de abrazar, de amar a los que te rodean estás metido en la energía  positiva, en la más fluida, o sea todo tu estás vibrando en una frecuencia muy  alta, en nuestro ejemplo estás en la LUZ.
Si consideramos que el hospital está  lleno de energía negativa, que equivale a nuestra habitación obscura, si entra  LUZ se iluminará todo y al entrar la LUZ la obscuridad se irá, desaparecerá.  Entonces ¿cómo crees que deberías entrar a un hospital? ¿o al metro? y lo más  importante no es sólo como deberías entrar, sino cómo deberías permanecer TODO  EL TIEMPO en esos lugares.
Cuando te sientes grande, poderoso, lleno de LUZ ya puedes entrar.
Sobretodo recuerda NUNCA entrar con MIEDO (el miedo es  la frecuencia más baja que hay, la más densa, la opuesta al amor, la más  negativa) y permanecer ILUMINADO y con la  creencia de que tú ERES LUZ e iluminas  todo a tu alrededor TODO EL TIEMPO y de que es IMPOSIBLE que estando así se te  pueda “pegar” ninguna obscuridad, porque en el momento en que la obscuridad  entre en contacto con tu LUZ desaparecerá  instantáneamente.
Procura bromear (sin herir  sensibilidades), ser simpático, optimista, alegre con todos los que tengas que  interactuar dentro de ese lugar, si consigues que los demás se rían estarás  iluminando todo el lugar y a todas las personas y eso les servirá mucho más que  si te pones a llorar en su hombro. Porque los estarás cambiando de “polo” del  negativo al positivo, de la obscuridad a la LUZ.
Si en algún momento sientes que desfalleces, pide tiempo para ir al baño y ahí vuelves a cerrar los ojos, a centrarte y a iluminarte y sal poderoso y fuerte otra vez.
Y cuando hagas terapias tienes que  estar SIEMPRE iluminado,  porque aparte que así te proteges tu y por muy mal que esté la persona tu no te  quedarás con nada suyo, siendo LUZ serás capaz de iluminar (sanar) a esa  persona y provocar que su obscuridad desaparezca instantáneamente.
Así que en lugar de evitar esos  lugares, ¡ilumínalos! tienes ese poder y esa capacidad porque !TODOS  LA TENEMOS! y si te gusta servir, ayudar y sanar tienes que hacerlo!! A Mayor  poder Mayor responsabilidad no se vale tener la “cualidad” de la sensibilidad y  estar metido en un armario, es un desperdicio!!!
¡¡¡Adiós al ser esponja!!! ¡Que no es  útil para nadie!
Si quieres aprender herramientas muy efectivas para ayudar, sanar e  iluminar todo a tu alrededor, empieza la formación en chamanismo  contemporáneo…aquí la agenda.
👉 POR FAVOR, COMPARTE con amigos y/o familiares a través de tus redes sociales favorita, o vía Whatsapp mediante los botones de la parte inferior de tu dispositivo móvil o lado derecha de tu monitor
 
Autora:   Gabriela González Síguenos  en nuestro canal de WhatsApp
Síguenos  en nuestro canal de WhatsApp