Ley de Atracción: Pide al universo lo que quieres

Ley de Atracción: Pide al universo lo que quieres


Prepavimentar (el camino corto)

Si realmente deseas un camino menos accidentado en tu vida diaria, tienes que proporcionar más salidas a tu energía, más vías hacia donde pueda fluir para mantenerla en movimiento. Una manera sensacional de hacer esto es acondicionándola. Con acondicionamiento no estoy haciendo referencia alguna a cruceros, castillos, autos de lujo, sino a cosas tangibles y cotidianas que permitan crear un ambiente o una atmósfera adecuada para que el evento, o el suceso en particular que estamos esperando, se manifieste. Es más una energía de: "ésta es la forma en la que quiero que suceda" que fluye hacia una corriente de decisiones y acontecimientos cotidianos, como:

  • "Me propongo encontrar un lugar cerca para estacionar el auto cuando vaya al concierto de esta noche."
  • "Me propongo terminar el informe que tengo que hacer, con facilidad y a tiempo."
  • "Me propongo disfrutar de este día."
  • "Me propongo que la junta que vamos a tener sea favorable para ambas partes. ¡y agradable!"
  • "Me propongo que la desavenencia entre nosotros se resuelva y muy pronto."


Esto es acondicionar, enviar la intención de tus vibraciones por adelantado (con sentimiento) para arreglar tu día y tus circunstancias como deseas que sean.

Este sistema es muy similar al de escribir un nuevo guión, sólo que menos complicado. Es una estrategia breve y rápida. Cuando te acostumbres a "acondicionar" detalles pequeños o de manera cotidiana, comenzarás a aplicar las técnicas en asuntos más importantes en tu trabajo (como con un cliente con el que tengas dificultades, o con una venta que no logre realizarse). Invierte un poco de tiempo visualizando y sintiendo la forma en la que quieres que se desarrolle la junta o se firme el contrato; visualizando y sintiendo, visualizando y sintiendo, en una serie de rápidos chispazos a lo largo del día.

Un amigo mío puso a prueba la técnica con un caso judicial al que se estaba enfrentando, y el cual estaba seguro de que perdería. En lugar de verse a sí mismo ganando el caso, cosa que no podía imaginar (con mucha razón), vio y sintió a todos convirtiéndose en ganadores, estrechándose las manos, dándose palmaditas en la espalda, etcétera. Por supuesto, el asunto se arregló a satisfacción de todos unos días antes de que se presentara ante el tribunal.

Otra amiga -muy joven por cierto- tenía un jefe que la criticaba mucho por su modo de vestir. Aparentemente al jefe no le gustaban las minifaldas y mi amiga tuvo la "mala pata" de ser una de las primeras en usarlas. Realmente fastidiada por la actitud de su jefe, finalmente usó la técnica de acondicionar, y obtuvo un resultado muy gracioso. En lugar de que su jefe dejara de observar su atuendo, tal como mi joven amiga estaba visualizando y sintiendo, él cambió por completo su actitud acerca de la indumentaria cuando otras tres jóvenes de la misma empresa llegaron con atuendos similares. ¡Vaya!, de cualquier modo, resultó.

¿Tienes un escritorio lleno de trabajo pendiente? ¿O estás abrumado por pequeños detalles? Prepárate un día tranquilo antes de llegar ahí. Mírate a ti mismo disfrutando con tranquilidad de tu trabajo. Habla con tu interior y dile al universo lo que quieres. Pero, no te atrevas a levantar un solo pedazo de papel hasta que fluyan carretadas de energía positiva, hasta que se abra tu válvula; de no hacerlo así, te dirigirás directamente a una "zona de desastre".

Acondicionar es, simplemente, enviar tu energía por adelantado, estando ésta programada con la frecuencia de tu deseo. Algunas veces la enviarás a un lugar específico; otras, la esparcirás a tu alrededor, y en otros casos la mandarás a otra persona. Cierto, no puedes cambiar la mente de nadie, ni obligar a nadie a actuar contra su voluntad o a hacer algo que va contra su naturaleza. Pero en las situaciones de tensión puedes prepararte para crear una atmósfera de confianza y apertura, que facilitará mucho las cosas. La visualización está hecha; el resto depende de ti -y de tu guía- cuando llegues ahí.

Dile al universo lo que quieres, derrama auténtico estremecimiento positivo, siente lo que te gustaría que llegara; entonces, sabrás lo que va a suceder. Eso es acondicionar.

Continuará...

Del Taller de Autoestima de Juan Carlos Fernández. Capítulo 99 Volumén 2