Re-programando tu mente parte IV: Meditación Guiada


Parte III

El diálogo constante en tu mente cambiará de, uno que te hace desfallecer ante cualquier obstáculo; a otro que te hará persistir a pesar de los problemas. Empezarás a fijarte más en tus capacidades que en tus deficiencias, tendrás la seguridad de que perseverando, todo es posible para ti; en lugar de quejarte de que no hay oportunidades, saldrás a creadas tú mismo.

El secreto de las afirmaciones es la repetición. Lo que queremos es restarle fuerza a esas creencias entorpecen tus propósitos y que han estado contigo demasiado tiempo. !Ya es hora de que dejen de gobernar tu vida!

Destina una parte de tu día para repetir tus afirmaciones, recuerda que cada vez que lo haces, le sumas una capa más a esos cables positivos.

Puedes lograr mucho más en una hora de trabajo cambiando tus creencias que en varios meses de esfuerzos peleando en contra de ellas.

Lo mejor es repetir tus afirmaciones con convicción, sintiendo lo que dices, imaginando que ya es real, si tu afirmación es: "Yo sigo adelante", siéntelo, siente que te llenas de fuerza y esperanza en el futuro. Por cierto te recomiendo que veas la película ¿Y tu que sabes? What the Bleep do we know. IMPACTANTE, no puedes dejar de verla.


Meditación Guiada.

Este tipo de ejercicio es sugerido por una gran variedad de autores con diferentes nombres: visualización creativa, imaginación guiada, imaginación creativa, autosugestión. Y ha sido utilizada para una gran variedad de propósitos que van, desde aumentar la autoestima, mejorar la salud, librarse de resentimientos, hasta cómo ganar dinero.

Su efectividad está basada en el funcionamiento de la mente: tú subconsciente no distingue lo real de lo imaginado. Esto lo han comprobado investigadores haciendo un estudio de resonancia magnética del cerebro, observando las partes que se “encienden” cuando el cerebro recuerda una vivencia, después le piden a la persona que se imagine una situación similar y tiene actividad cerebral las mismas zonas. De aquí se concluye el poder de ejercicios de grabar en nuestro conciente e inconciente afirmaciones positivas.

Seguramente has visto una ilustración del cerebro humano, podrás notar que está dividido a la mitad, cada una de estas mitades se llaman hemisferios. Tenemos entonces el hemisferio derecho y el izquierdo. Está comprobado científicamente que cada uno de ellos trabaja de una forma diferente.

El izquierdo es analítico, esto es, que es lógico, racional, estructurado y coherente; aquí se llevan a cabo todas las funciones del lenguaje, la escritura, la lectura, las operaciones matemáticas y todo lo que  necesita ser analizado y tener un orden lógico.


Este taller fue escrito para tu hemisferio izquierdo porque quiere saber cómo funcionan las cosas y necesita comprender qué es lo que está pasando. A este hemisferio se le habla con ideas, palabras, letras y números.

El hemisferio derecho, en cambio, controla todo lo emocional y trabaja con imágenes y sentimientos.

Aquí está guardado lo que sentiste en tu primer beso o lo que sentiste cuando rompiste con tu novia(o). Aquí está registrada la emoción que te dio ver lo orgulloso que estaba tu padre de ti y la vergüenza que te causó cuando te regaño frente a tus amigos.

Este hemisferio no analiza las cosas, simplemente las vive y las recuerda. Tan poderoso es ésta información que lo confirman dos afirmaciones: Con el tiempo no recordaras que leíste, que te dijeron pero nunca se te olvidará cómo te hicieron sentir.

Yo soy un convencido que vemos la vida no con los ojos sino con nuestras emociones: La gente normal busca ser feliz, triunfar, ser reconocido, querer y ser querido, trascender. ¿de qué estamos hablando? De la emoción por existir. Por eso cuando dejas de tener objetivos empiezas a morir.  Tan poderosas son las emociones que de un pensamiento que está en el terreno de la nada puede provocar un alud bioquímico – por ejemplo – para excitar sexualmente una persona. Ves de la nada resulta un efecto en el terreno físico.

En realidad ambos lados de tu cerebro trabajan en conjunto para que puedas vivir y sobrevivir. Imagina que vas por la calle y encuentras un cable eléctrico que cayó de un poste. Tu hemisferio izquierdo dirá: "ten cuidado porque puede tener corriente eléctrica la cual, sabemos te causaría serias molestias o hasta la muerte" Tu hemisferio derecho, no les diría nada pero haría algo más efectivo: te recordaría lo que sentiste aquella vez cuando arreglabas una conexión y por descuido recibiste un choque eléctrico.

En este caso la razón y la emoción están de acuerdo pero, no siempre sucede así.

Un ejemplo claro de esto es hablar en público, la mayoría de la gente se pone nerviosa cuando tiene que decir algo frente a un grupo de personas. Sin importar de que se trate de un grupo de familiares o amigos con los que se tiene confianza y sin importar que se trate sólo de felicitar a alguien o de hablar de algo que conoce muy bien, el nerviosismo hace presa del orador, le hace sudar, le seca la garganta, acelera su corazón y algunas veces impide que salgan las palabras de su boca. En este ejemplo, el hemisferio izquierdo diría: "¿Qué tan difícil puede ser, hablarle a mis amigos con los que convivo diariamente y sobre algo que conozco?" Sin embargo, el hemisferio derecho acciona el miedo al ridículo, trae a la mente de la persona recuerdos de sentimientos de humillación y vergüenza. El resultado: aunque la persona sabe que no hay nada que temer, todo su ser reacciona como si estuviera en peligro de muerte.

De hecho, para actuar, siempre le hacemos primero caso a la emoción y luego a la razón y esto es así por motivos de seguridad. Permíteme explicarte; imagina que sales de tu casa y cuando pasas por la casa del vecino, salta junto a ti un perro grande y agresivo, inmediatamente, das un salto hacia atrás y pones tus manos frente a tu cara; estás respondiendo al miedo que te causó: a una emoción.

Si en realidad respondieras a la razón tendría que ser así: salta el perro y piensas: "éste es el perro del vecino, yo sé que es grande y agresivo, lo más razonable en este momento sería alejarme y protegerme..." seguramente cuando terminaras de pensar todo esto, el perro ya te habría mordido varias veces.


Lo que hace una meditación guiada es llenar tu mente de emociones e imágenes de situaciones positivas. Tu hemisferio derecho no analizará lo que estás imaginando, lo vivirá como real y almacenará emociones y sentimientos positivos.
Vamos a llenar tu archivo de emociones con unas que te hagan reaccionar con seguridad, con amor por ti y por los demás, con confianza en el futuro, con paz y tranquilidad.

Continuará...

Del Taller de Autoestima Volumén 1 de Juan Carlos Fernández