Síguenos en nuestro canal de WhatsAppA menudo, la pérdida de peso se percibe exclusivamente como un proceso físico.
Evidenciado por nuestra imagen reflejada en el espejo, la misma que el mundo ve.
Sin embargo, esta visión olvida que somos más que un cuerpo; somos el hogar de un espíritu.
Por eso, es crucial aprender a mirar más allá del reflejo en el espejo para lograr una pérdida de peso duradera y un bienestar físico.
La forma física y la pérdida de peso están profundamente conectadas con nuestros pensamientos y bienestar espiritual.
En ocasiones, podemos creer erróneamente que si ganamos peso, pasaremos desapercibidos. Pero la atención que tratamos de evitar se origina en el dolor que llevamos dentro.
Somos más que nuestro cuerpo físico, que además de reflejar el exceso de peso, puede mostrar dolencias como articulaciones doloridas, enfermedades y problemas crónicos de sueño, todos ellos síntomas de problemas más profundos.
El primer paso hacia la pérdida de peso es reconocernos perfectos como somos. El problema no es nuestro; pertenece al agresor que intentó transferírnoslo. Por tanto, es esencial soltarlo.
Nuestra mente, constantemente activa, requiere momentos de silencio, que podemos encontrar mediante la meditación, disfrutar de un vaso de vino o realizar ejercicio. El desafío es alcanzar un estado donde los pensamientos se calmen y aclaren.
El segundo paso es ganar comprensión y control sobre nuestros pensamientos, que forman la base de nuestro sistema de creencias y afectan nuestra experiencia tanto en los reinos físico como espiritual. Somos seres de energía y debemos enfocarnos en reflejar nuestras creencias internas a través de esa energía.
Nuestro aspecto espiritual, aunque menos tangible, es un flujo de energía a través de nuestro cuerpo y mente, y el campo energético que nos rodea. Es la esencia del alma y se activa cuando seguimos nuestro corazón o nuestros sueños.
El cuerpo espiritual almacena la energía del trauma, refleja nuestro ser físico, emocional y mental, y nos conecta con la Fuerza Vital Universal.
Estas tres partes son fundamentales para perder peso exitosamente y mejorar nuestra forma física. La creencia en la capacidad de adelgazar es crucial, así como lo es la autoconversación en nuestro bienestar físico y espiritual.
Perder peso es un cambio vital que exige valor, fuerza y determinación. Es una decisión trascendental que tomamos por nosotros mismos.
Sandra V.
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