Parábola del Abuelo Sabio: ¿Por qué sonríes siempre, abuelo?

Parábola del Abuelo Sabio: ¿Por qué sonríes siempre, abuelo?


Consejos de un abuelo sabio sobre lo que hay que hacer antes de salir de casa.

En las conversaciones con los adultos, los niños aprenden sabiduría.

A veces puede ser mucho más importante en la vida que cualquier posesión material.

Cuando miramos el pasado, recordamos con nostalgia…

Esas épocas en que podíamos hablar con nuestros abuelos y escuchar sus fascinantes historias.

En este artículo te contaremos una conmovedora conversación que tuvo lugar entre una nieta y su abuelo.

Parábola del Abuelo Sabio: ¿Por qué sonríes siempre, abuelo?

Armonía en el alma


Una vez, la nieta le preguntó a su abuelo:

- ¿Cómo conseguiste mantener la paz y la tranquilidad en tu alma después de pasar por tantas cosas?¿Por qué siempre sonríes, pase lo que pase?

Mi abuelo respondió:

- Querida, no siempre fue así. Antes era feroz y me enfadaba, pero un sabio sacerdote me enseñó tres cosas que debía hacer. Las hago todos los días cuando salgo de casa.

Primero, miro al cielo para recordarme que mi ángel de la guarda está ahí, velando por mí, protegiéndome y guiándome por la vida.

Luego miro al suelo para recordarme que aquí es donde terminará mi vida y para darme cuenta del poco espacio que necesita mi tumba.

Miro a mi alrededor y me doy cuenta de que en el mundo hay enfermos, pobres, hambrientos, y en ese momento pienso en lo que tengo, no en lo que no tengo, y me siento agradecido.

Sí, querida, he conseguido soportar todas las dificultades y seguir siendo feliz y sin preocupaciones. Viviendo en armonía con Dios, con la gente y conmigo mismo, siento que mi corazón se llena de alegría.

Moraleja:

Esta parábola esun recordatorio de que la felicidad no está en las cosas materiales, sino en las cosas más simples de la vida. Cuando vivimos en armonía con nosotros mismos, con los demás y con el mundo que nos rodea, podemos encontrar la paz y la felicidad que buscamos.

Esta parábola es un recordatorio que la felicidad no depende de las circunstancias externas, sino de la actitud interna,  no está en las cosas materiales, sino en las cosas más simples de la vida. Si aprendemos a valorar lo que tenemos y a confiar en Dios-Amor/Fuente Creadora/Universo, podremos superar cualquier obstáculo y disfrutar de cada momento.

Cuando vivimos en armonía con nosotros mismos, con los demás y con el mundo que nos rodea, podemos encontrar la paz y la felicidad que buscamos.



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Vía: https://nastroy.net/