Aprende a discutir en positivo

Aprende a discutir en positivo


La Técnica del Desarme Unilateral te enseñará a evitar que una discusión se convierta en un conflicto con gritos, groserías y faltas de respeto

¡Es que contigo no se puede discutir! Típica frase de quien trata de razonar por las buenas con algún cabeza dura que se niega a debatir constructivamente.

Es normal que surjan discusiones cuando existen diferencias -por ejemplo- entre la pareja, los padres, los hijos, los compañeros de trabajo, los vecinos y los amigos.


Aprende a discutir en positivo

Toda discusión que concluye con un acuerdo satisfactorio para ambas partes enriquece la relación, mientras que engancharse en una polémica ofensiva solo acabará por enturbiarla sin remedio.

Hay discrepancias insalvables, puntos de vista tan disímiles, que jamás encontrarán un vértice común. En estos casos es mejor que cada quien tenga la oportunidad de exponer sus argumentos y luego ambos se comprometan a ;respetar la opinión ajena en sana paz.

Cuando se prende una discusión, tan importante como tratar de encontrar un punto de encuentro, es aprender a evitar que ésta se convierta en un conflicto, en una pelea, cargada de gritos, groserías y faltas de respeto.

La psicóloga Lisa Firestone de la Brigham Young University que estudió el comportamiento de un grupo de parejas durante 20 años, desarrolló la ´Técnica del Desarme Unilateral´.

Se trata de un procedimiento que asegura funciona muy bien para evitar que una discusión se salga de quicio, se digan cosas de las que luego nos vamos a arrepentir y se generen resentimientos que impidan valorar posibles soluciones.

Técnica del desarme unilateral
Para lograr el objetivo la especialista propone aprender a "desarmarnos" en medio de una discusión acalorada, aplicando 5 pasos infalibles para resolver cualquier tipo de desencuentro entre dos o más personas. Veamos:

Relájate
Las discusiones más absurdas, aquellas que suelen acabar convirtiéndose en las más peligrosas, en general surgen cuando estamos cansados, nerviosos, estresados o hambrientos, todo junto o por separado.

Bajo semejantes circunstancias solo basta que alguien ose decir algo que nos moleste, para responder con agresividad lo primero que se nos venga a la mente.

Relájate, cuenta hasta diez, resta importancia a lo que acabas de escuchar y más bien detente a pensar en lo que vas a responder antes de abrir la boca para soltar algún improperio. Enseguida notarás cómo baja la tensión.

No devuelvas el zarpazo
Frente a un comentario tan desagradable como por ejemplo "Qué ridícula te queda esa faldita", no te atrevas a responder "¿Y a ti quién te viste?". Eso de jugar a enfadarse es muy fácil y puede acabar muy mal.

Por cada expresión de menosprecio se necesitan por lo menos tres fuertes halagos para compensar la situación. Pero esa tarea déjasela al atrevido. Tú, por tu parte, mete el freno y no entres al ruedo.

Evita valorar el molesto comentario y más bien sonríele, cuéntale lo hermosa que te sientes con tu faldita cursi, dónde la compraste y por qué te provoca vestirla, pues no tiene ningún sentido engancharse en una discusión. Con esta actitud desarmarás al atrevido.

Amabilidad vs Amenaza
Si a un exabrupto se responde con otro no hay vía posible para la conciliación. Baja el tono en cuanto estalle la discusión. Eso no quiere decir que renuncies al derecho de exponer y defender tus opiniones, sino que asumas una posición contraria a la amenaza que entonces contagiará a la persona con quien mantienes el conflicto.

Recuerda que en la comunicación interpersonal a veces la forma es más importante que el fondo. Es decir, a veces destaca el ´cómo lo dices´ por encima del ´qué dices´.

Un pequeño gesto de afecto puede ser suficiente para desarmar a la otra persona. Dependiendo de con quién discutas, quizás te valga tomarla de la mano, mirarla a los ojos y decirle que la quieres para que notes cómo la discusión cambia de tono.

Escucha con empatía
Estemos o no de acuerdo con el punto de vista de otra persona, por encima de todo es necesario escuchar con atención lo que ésta quiere expresar, si el objetivo es evitar que la discusión pase a mayores.

La Técnica del Desarme Unilateral no implica la aceptación total del argumento ajeno en descuento del propio punto de vista, aunque para ponerle fin al conflicto se incluye la disposición a renunciar a ese querer tener siempre la razón.

Los desacuerdos entre dos partes difícilmente alcanzan el 100%. Desde esa óptica, la idea es buscar ese puntico de encuentro que siempre existe para decirle a la otra persona que, en efecto, tiene razón en algo de lo que expresa, y así daremos un gran paso.

Verbaliza las emociones
Solemos argumentar basándonos en hechos concretos, cuando generalmente el malestar que nos agobia surge de sentimientos que a menudo no sabemos expresar.

Está demostrado que los sentimientos suelen ser independientes de los hechos, aunque son verdades que están presentes y determinan el rumbo de las discusiones, las peleas y los conflictos.

Por encima de los hechos que nos molestan, es necesario aprender a expresar los sentimientos y las emociones que éstos nos provocan. Si logras hacerlo, no solamente resolverás la situación en curso, sino aliviarás todas aquellas que podrían estar por venir.

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Fuente: Revista Dominical Venezuela