Chuang Tzu dice: No confíes en la distinción y el talento al tratar con los hombres. ¡Permanece oculto!
Hay que recordar que ningún maestro taoísta ha sido crucificado o envenenado. ¡Nunca! Porque no confían en el talento. Nunca dicen que son diferentes del resto. Nunca dicen que son más elevados, más divinos, más santos. No, nunca dicen nada. Se comportan de una manera que hace que todos los que están a su alrededor se sientan superiores.
El mismo Chuang Tzu vivió una vida normal y corriente, una vida tan estupenda que nadie sospechó que era un hombre de dimensiones extraordinarias. Cuando pasaba por los pueblos, éstos ni siquiera se percataban de su paso...
Un hombre del Tao se mueve sin identidad. ¿Por qué? porque si mostráis talento la gente no puede perdonaros. La gente sólo puede perdonar a los estúpidos, pero no a los sabios".