Eres lo que Tus Creencias han Formado 2/2

Eres lo que Tus Creencias han Formado 2/2



Haz el siguiente ejercicio: ¿Qué ves en esta ilustración?

 
Ejemplo adaptado del que presenta Mark L. Knapp en su libro "El lenguaje no verbal"



Es probable que hayas contestado que ves ladrillos o un plano o un laberinto, todas las respuestas son correctas. Vuelve a ver la ilustración, ahora buscando letras del alfabeto...
¿Cuántas encontraste? ¿Te das cuenta de que tu mente de forma automática, se enfoca en el objetivo que tú decides?

Así como ordenaste a tu mente encontrar letras en la ilustración, así puedes programarla para enfocarse en lo positivo, en las oportunidades, en las alternativas, en las soluciones.
¿Conoces a alguien con mucha suerte? ¿Esas personas que parecen estar siempre en el lugar adecuado en el momento adecuado? Lo que pasa en realidad es que su mente se enfoca en todo lo que les acerca a sus objetivos.

Te aseguro que las oportunidades y lo bueno de la vida siempre han estado justo frente a tus ojos. Sólo es cuestión que te permitas verlo, que te enfoques en encontrarlo.

Observa la siguiente figura. ¿Qué ves?


Lo primero que ve la mayoría de la gente es un triángulo. Pero en realidad ¿está dibujado un triángulo? No. Son tres semi-círculos cortados en posición tal que tu cerebro ve muy claro el triángulo que no existe. Así trabaja tu mente siempre está buscando en la vida asociaciones con lo que le resulta familiar. De ahí la importancia de lo que guardas como creencias.

Podemos llegar así a las siguientes conclusiones:

a) La realidad es una sola.
b) No podemos conocer la realidad, sólo nuestra interpretación de ella.
c) Es posible enfocarse en los aspectos positivos de cada experiencia y así darle una interpretación positiva.


¿Por qué crees lo que crees?

Me sorprende ver un nacido. Me llama mucho la atención, como abre mucho los ojos para poder ver lo más posible de lo que le rodea. Su cerebro es como una esponja que absorbe información. Hay tantas cosas que aún no sabe y es por eso que todo le asombra tanto.
No sabe siquiera, que todo cae por su propio peso y una y otra vez prueba tirando al suelo todo lo que puede. Tampoco sabe que las cosas siguen existiendo aunque ella no pueda verlas y se asombra cada vez que escondo mi rostro tras una manta y después permito que me vea otra vez.

Todos pasamos por lo mismo y cada cosa que tú sabes, desde algo tan simple como poder controlar tus movimientos, hasta el complicado concepto que tienes de ti mismo, fue aprendido.

En párrafos anteriores te comenté que nuestro cerebro compara siempre experiencias anteriores con las nuevas. Esto es así parque es tanta la información que recibimos, que es necesario organizada de alguna forma para facilitar el aprendizaje.

Imagina por un momento que tu mente es una potente computadora que guarda millones de datos cada minuto.

Para organizar esta información crea archivos en tu mente sobre datos que se relacionan entre sí. Sólo así puedes almacenar tanta información y seguir aprendiendo.

Ahora bien, ¿Qué es una creencia? Una creencia es un conocimiento que has verificado o vivido tantas veces que piensas que es verdad.

Cuando mi bebé aprenda que todo cae por su propio peso, ya no necesitará verificarlo más, tendrá la creencia y podrá enfocarse en aprender otras cosas.

La capacidad de razonar que nos distingue de los otros animales es precisamente, el poder relacionar todos nuestros conocimientos anteriores con los nuevos y llegar a nuevas conclusiones.

Aun la computadora más potente del mundo no es capaz de aprender de esta manera, puede almacenar una cantidad de información impresionante, pero no puede relacionar la información que ya tiene para crear un sólo dato nuevo.

Viéndolo así, las computadoras son máquinas con una gran memoria, pero sumamente estúpidas.

Cuando cualquier experiencia llega a tu mente, automáticamente se relaciona con todo lo que sabes al respecto y es entonces que puedes comprenderlo sin necesidad de volver a aprenderlo.

Podemos, ahora, llegar a las siguientes conclusiones:
a) Una creencia es algo que tú piensas que es verdad.
b) Aprendemos relacionando los conocimientos anteriores con los nuevos.
c) Tus aprendizajes anteriores influyen en los nuevos.

¿Creencias verdaderas o falsas?

Si yo te digo que, en este momento, detrás de ti hay un león hambriento; es obvio que no me creerías y, no lo harías por que no hay nada que sustente lo que digo.
Hay dos maneras de llegar a creer algo: por verificación directa, es decir, ver es creer, y por convicción.

Un ejemplo de una creencia de verificación directa, es el hecho de que el fuego quema. Basta que un bebé intente tocar una o dos veces la flama de una vela para que tenga la creencia de que no debe tocarlo.

Un ejemplo de una creencia por convicción es el hecho de que la tierra es redonda.

No hay manera de que podamos verificar personalmente este hecho; sólo hemos visto fotografías tomadas por naves espaciales, pero, nunca lo hemos comprobado personalmente y nunca lo haremos.  Hemos sido convencidos de que es verdad. Nos suena lógico, coincide con otras creencias que tenemos, nos checa. Así es que, las creencias de verificación directa son tan claras que no necesitan argumentos; como las vives directamente, no tienes duda de su ver. Sin embargo, tus creencias por convicción, pueden o no adaptarse a la realidad. Has sido convencido de su veracidad.

Por un buen tiempo, la humanidad entera estuvo convencida de que el sol giraba alrededor de la tierra. Hasta que Copérnico comprobó que no era verdad.

Cuando eras niño, fuiste convencido de varias creencias y nunca tuviste la oportunidad de verificarlas. Ese es el tipo de creencias que queremos trabajar en este capítulo.

Tal vez fuiste convencido de que la vida es muy dura y que todo es muy difícil. Tal vez fuiste convencido de que no eres capaz de lograr lo que te propones.

Fuiste convencido, probablemente, de que debes conformarte con lo que recibes y de no aspirar a más o que todo el mundo tiene malas intenciones, o de que nadie quiere darte lo que deseas, o de que sólo algunos pueden lograr lo que se proponen, en fin, un ciento de creencias que sería conveniente examinar.

Cualquiera de las creencias anteriores impiden que tu mente se enfoque en lo positivo, de hecho, si tienes cualquiera de ellas, tu mente está lista para encontrar problemas, dificultades y, por supuesto, siempre las encontrará.

Eso que crees. Eso tendrás.
Tu mente es cibernética. Esto, que se oye tan, científico y complicado, simplemente significa, que tu mente-trabaja hacia objetivos específicos. Así como relaciona toda la información que recibe, busca confirmar aprendizajes anteriores.

Cuando asistes a un espectáculo de magia, te asombras porque los resultados son diferentes a lo que tu mente esperaba. Tú sabes que de un sombrero vacío no puede salir nada y cuando el mago saca un bonito conejo blanco, tu mente se sorprende porque eso no concuerda con tus aprendizajes anteriores.

No sólo esperas confirmar lo que ya sabes, sino que haces todo lo posible por convertirlo en realidad. Esto en comunicación se llama Profecía auto­cumplida.

Conozco a una persona que está convencida de que tiene mala suerte. Cree que si algo puede ir mal, irá mal. No se da cuenta de que él mismo crea las situaciones que producen su mala suerte. Y es así porque su mente busca confirmar sus creencias:

Camina distraído por la calle, ignora la luz roja del semáforo, no apunta sus citas ni organiza su trabajo. Con todo esto que hace, su mente está tranquila porque todo sigue de acuerdo a lo aprendido, cuando le vaya bien, estará tan sorprendido como cuando vea que un mago cortar por la mitad a su asistente.

Así mismo pasa con las personas que dicen que siempre las desilusionan, las engañan, les mienten; o con las que creen que todo es muy difícil, que no merecen estar bien y ser felices o que todo está lleno de problemas y complicaciones.

Tu mente hará todo lo necesario para hacer realidad tus creencias, se enfocará en todo lo que las confirme e ignorará lo que vaya en contra de ellas.

¿Cuántas profecías auto cumplidoras hay en tu mente? ¿Qué crees tú que es la vida? ¿Qué crees de ti mismo? ¿Qué capacidades crees que tienes? ¿Cómo crees que serán todas tus relaciones?

Todo eso que crees ahora es verdad para ti y tu mente está haciendo todo lo posible para que siempre permanezca así.

Eres lo que crees que eres y tu vida es exactamente como tú la ves.


Saber cómo se ha formado nuestra programación para el éxito ó el sufrimiento y que podemos cambiarlo nos permite sentir... ¡Emoción por Existir!
Del Taller de Autoestima Volumén 1 de Juan Carlos Fernández