Las palabras son vibraciones de la Naturaleza parte 1/2

Las palabras son vibraciones de la Naturaleza parte 1/2


HADO: Una Nueva Conciencia de la Realidad


“Hado crea palabras. Las palabras son vibraciones de la Naturaleza. De esa forma, palabras hermosas crean una naturalezahermosa, palabras horrendas crean naturaleza horrenda. Esa es laraíz del universo”
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- Dr. Masaru Emoto Autor de “Mensajes del Agua”.

La conciencia afecta la materia. La fuerza del pensamiento crea la realidad que decidimos experimentar. Estas dos premisas han sido desde hace años grandes pilares para generar una “Nueva Conciencia”. Este taller en varios capítulos ha dado el mensaje: la mente humana siempre atrae lo que piensa. La psicoespiritualidad, más específicamente afirma que “La conciencia humana crea todo lo que desea”. El conocimiento de los últimos años logrado por la mecánica cuántica, que aplicada a la vida cotidiana y su relación con la espiritualidad, descubre que nos encontramos constantemente estamos imbuidos en una “Nube de Posibilidades”, misma de donde hacemos nuestras constantes elecciones mediante nuestra conciencia al enfocarnos en algo que deseamos ver y así se nos manifiesta en la realidad que percibimos mediante nuestros sentidos. Sé que esto puede resultar difícil de creer o entender en un primer acercamiento. Y también sé que es mucho más fácil creer para muchas personas si se presentan evidencias. Sé que muchas personas todavía necesitan de evidencias para creer. Yo las necesité también en su momento. Y hoy me emociona que éste capítulo esté dedicado específicamente a mostrar la contundencia de un máximo grado de verdad: la evidencia. Intento evidenciar a toda luz cómo la conciencia afecta la materia. Y para ello, me permitiré publicar algunos de los estudios del Dr. Masaru Emoto.

Conocí de los experimentos del Dr. Emoto en el año de 1995 aproximadamente. Afectó mi vida en forma importante y es que me impresionó ver la relación pensamiento -materia. Como todo lo que me impresiona, corrí a platicarlo con mis amigos y, como con frecuencia me ha pasado, encontré un eco disminuido grandemente en intensidad. Mis amigos más queridos nunca alcanzaron a ver la magnitud de lo que yo sí veía. No pasó de un “qué interesante …”, y ya, mientras que yo no podía dormir pensando en las evidencias del Dr. Emoto. Hoy han pasado los años y he comprendido que esa reacción en familiares y amigos es lo más normal. He aprendido que nada tiene un gran impacto en sí mismo, sino que lo impactante es “el momento” de la evolución de la persona donde sincroniza su capacidad de asombro con los hechos que le presenta la vida. Hoy creo que ningún libro es maravilloso, sino que lo maravilloso es el momento de la persona en que llegó ese libro a sus manos. Hasta entonces pudo ver lo maravilloso, porque lo alcanzó adentro primero. El ser humano solo ve afuera lo que lleva dentro. Ninguna película es formidable, lo formidable es el momento en que determinada persona la vio y así sintió el mensaje. Ningún libro es grandioso, sino que grandioso es el momento en que una persona asistió a ella y sintió una transformación por el mensaje leído. Hoy sé que cada quien tiene su momento para ascender y darse cuenta.

Pues bien, hoy luego de tantos años, se me han expandido cada vez más los descubrimientos del Dr. Emoto, lo que él llama “Mensajes del Agua”. Este gran investigador japonés analizó la estructura en un cristal de agua congelada y demostró cómo se transforma dependiendo de la energía que se aplique a ella. De esa manera acuño la palabra “Hado” (se pronuncia “jadou”), que es la fusión de dos ideogramas que literalmente significan “onda” y “movimiento”. En conceptos más específicos del Dr. Emoto…

Hado: Es el patrón vibracional intrínseco de toda materia a nivel atómico. La unidad de energía más pequeña, donde su base es la energía de la conciencia humana.

Conforme las teorías de este gran científico tuvieron más aceptación en Japón, la palabra “hado” se hizo de mayor uso coloquial, mediante expresiones como: “…este lugar tiene un hado muy lento, hay que salir de aquí”, o “esta persona realmente tiene un hado poderoso”, “cambiemos el hado de este ambiente…”. Por mi parte, hoy sé perfectamente que esto es posible, independientemente de la palabra “hado”, el hecho es que la influencia de la conciencia existe en la materia. Hoy yo uso más la palabra “energía” para designar lo mismo. Los físicos cuánticos usan el “quantum” para lo mismo, en oriente también se piensa en “chi” o “ki” para ese fluir de energía, “prana” en otras latitudes, “espíritu santo” en el catolicismo, “mente universal” en ciertas disciplinas, “intento” en el mundo chamánico, en fin.

Todas etiquetas que hacen alusión a lo mismo. Existe una frecuencia vibratoria en todo y que se afecta dependiendo de la conciencia que tengamos de ello. Si todo es energía, todo está vibrando. Si queremos mejorar nuestra vida afectando nuestra realidad, hemos de vibrar a una frecuencia más alta, y para ello, hemos de cambiar nuestro estado de conciencia haciendo uso de la fuerza de nuestro pensamiento. Bueno, ¿Pero de dónde salió este concepto de Hado? De las observaciones que el Dr. Emoto hizo con sus revolucionarias fotografías de pequeños cristales de agua magnificados a gran aumento. Sí, mostró la forma de diminutos cristales de agua congelada como este:


Sin embargo, lo que puso al Dr. Emoto como una autoridad en el campo no fue solo fotografiar cualquier molécula de agua cristalizada, sino que mediante su trabajo (el fenómeno Hado) demuestra a todas luces cómo el pensamiento y los sentimientos afectan la realidad física. Produciendo diferentes “hado” a través de palabras escritas o habladas, así como también mediante música, observó como las palabras aplicadas ante la misma muestra de agua hacían que las moléculas del agua “cambiaran de expresión”. Esto para mí resultó más que impresionante. La muestra de agua frente a una palabra adquiría determinada forma dependiendo de la palabra aplicada en ella. ¡¿No te parece sorprendente?! Ahora bien, ¿Cómo le aplicaba las palabras al agua? De varias maneras hizo el experimento, desde poner agua en una botella y luego etiquetarla (palabra escrita), hasta la presencia de alguien orando frente al agua o bendiciéndola (palabra hablada). Te voy a mostrar una de las fotografías que más me han impresionado de los trabajo del Dr. Emoto, se trata de una botella de agua (la misma) donde primero se le aplicó una etiqueta a la botella con la palabra “Ángel” y luego se le cambió la etiqueta con la palabra “Demonio”. En ambos casos se tomó una prueba y se procedió a la magnificación del cristal de agua congelada. Aquí están las fotos, a la izquierda con la palabra “Ángel” y a la derecha con la palabra “Demonio”:


Es evidentísimo el orden geométrico del lado izquierdo (con la palabra “Ángel”) y el desorden estructural a la derecha (con la palabra “Demonio” en la etiqueta) en la misma agua. En los recuadros puedes apreciar la botella con sus etiquetas (en japonés). Si siempre he sabido del poder de las palabras, desde que vi aquellas fotos me conmocionó como la energía de las palabras son transformadoras de una realidad física. Desde hace varios años he definido que las palabras son la manifestación acústica de un pensamiento, luego entonces son una vibración, las palabras son energía con determinada frecuencia vibratoria que afectan la realidad física. ¡Demostrado!

Si una persona alberga pensamientos negativos, aquellos llenos de odio, rencor, envidia, coraje, celos extremos, maldad en general, sus pensamientos se manifestarán irremediablemente en las palabras que usa, te repito, las palabras son la manifestación acústica de los pensamientos, y de tal suerte, generará una frecuencia vibratoria tal que afecte el agua de todo su organismo, y estamos hablando que el ser humano es ¡75% agua!
¿Te va quedando claro cómo una palabra puede afectar tu cuerpo en su dimensión física? La transformación física se logra mediante la repetición constante o la exposición continua a ese tipo de palabras debilitadoras y que hoy sé generan enfermedad. ¡Qué claro me queda hoy que la enfermedad es un desorden a nivel celular! Es tan evidente ese desorden, pero más evidente aún en las moléculas de agua del Dr. Emoto. De ahí la gran valía de sus fotografías y estudios demostrativos. Permíteme presentarte otra fotografía de una molécula de agua congelada cuando esa agua se expuso ¡tan sólo a una etiqueta! con las siguientes palabras escritas en ella: “¡Tú me enfermas!”:


Imagina, si así se puso el agua tan solo mediante su exposición a una etiqueta… ¿qué pasaría si se expone a alguien que lo siente con odio y rencor? Y luego la gente se pregunta por qué se siente mal y por qué se enferma. Hoy sé que prácticamente todas las enfermedades son manifestación en la realidad física de un estado de conciencia de determinada frecuencia vibratoria. Mira otra fotografía que quiero que compares con la anterior, ahora se trata de una molécula de agua congelada expuesta al chi de Amor:




Impresionante, ¿no crees? Esto hace la energía del amor reflejada en el agua. Cuánto orden y armonía, cuánta belleza cautivante se aprecia en el amor, por lo menos así lo demuestra en esta molécula de agua. Ahora te quiero presentar la fotografía de la molécula de agua congelada cuando se expone a la palabra “Gracias”:


Continuará...
Del Taller de Autoestima Volumén 1 de Juan Carlos Fernández