De nada sirve ser rico en bienes y pobre en espíritu. Esta es la verdadera clave de la felicidad

De nada sirve ser rico en bienes y pobre en espíritu. Esta es la verdadera clave de la felicidad


Tener una buena vida no es sinónimo de lujo. La ropa ¨de marca¨ no te convierte en una mejor persona.

La sociedad en la que vivimos nos ha vendido una idea de felicidad que se aleja mucho de lo que Dios nos ha dictado: la verdadera alegría está en el amor, la gratitud y las experiencias cotidianas. No debemos basar nuestra vida en obtener bienes materiales. Claro que es necesario tener un trabajo e ingresos suficientes para dar estabilidad a la familia, pero eso no significa sacrificar toda la salud y la energía para tener "estatus" social ni para presumir ante los demás. 

Tener una buena vida no es sinónimo de lujo. La ropa ¨de marca¨ no te convierte en una persona mejor, más valiosa o llena de virtudes. La riqueza no es felicidad, la gente que posee cosas no es capaz de disfrutar todo aquello que no se puede comprar. ¿De qué sirve ser rico en bienes materiales y pobre de espíritu? De nada, porque al final todos partiremos y a donde vamos de nada servirá el dinero.  
Te comparto hoy estos puntos clave para alcanzar la felicidad; es más sencillo de lo que imaginamos. Enfócate en lo que de verdad importa. 

1. Disfruta los momentos realmente importantes

Las cosas más sencillas son las que nos dan las mejores sorpresas, la mayor satisfacción y la felicidad verdadera. El momento en que conociste a la persona que te robó el corazón, el "sí acepto" en el altar, la dicha de saber que te convertirías en padre o en madre, el abrazo y el beso de despedida de cada mañana o un atardecer al lado de las personas más importantes de tu vida. 

Los recuerdos y las vivencias no pueden ser comprados ni empeñados; forman parte de ti, son memorias que nadie te puede arrebatar. Cada momento trae siempre una nueva oportunidad de agradecer y disfrutar al máximo la vida, pero si estás todo el tiempo preocupándote por el dinero o por lo que no tienes, serás incapaz de ver la belleza en las cosas más sencillas. 

2. La felicidad está dentro de cada uno

Decía el sabio líder indio Mahatma Gandhi: "No hay camino para la paz, la paz es el camino"; y lo mismo ocurre con la felicidad, ésta no es un fin, sino una elección y una manera de vivir. Debemos encontrarla dentro de nosotros, no después de tener dinero y de conseguir una casa enorme o lujosa para "demostrar a los demás" lo valiosos que somos. Vive siempre confiando en ti, admirando la naturaleza, amando a tu familia y dejando tu esencia en todo lo que haces. La vida no está llena de amargura sino de amor, pasión, buenos recuerdos y lecciones que nos hacen grandes, jamás permitas que te digan lo contrario.  

3. La importancia de la gratitud

Agradecer por lo que tenemos es una manera de aceptar la felicidad en nuestra vida. Dar las gracias nos hace conscientes de lo que tenemos, del momento en que nos encontramos y, sobre todo, de lo afortunados que somos. Hay que tener humildad para aceptar ayuda de quienes nos rodean, y ser sencillos para agradecer las buenas intenciones de quienes nos ofrecen su apoyo en los momentos difíciles.  

4. No bases tu vida en la opinión de otros

¿Has escuchado la frase "Vive y deja vivir"? Pues es una verdad que todos debemos seguir. A veces damos demasiada importancia a la opinión de personas ajenas a nuestra familia, y por tratar de impresionarlas perdemos de vista nuestra esencia. No tienes obligación de quedar bien con nadie, tu única preocupación deben ser tu familia, tu pareja, tus hijos y tus verdaderos amigos, pues ellos estarán apoyándote en cada momento. Si vives y trabajas para guardar las apariencias y ser reconocido por tu riqueza, la marca de la ropa que usas, el coche que tienes o tu cuenta bancaria, te quedarás estancado en una vida que no vas a disfrutar. ¡A palabras necias, oídos sordos! Deja que otros hablen hasta el cansancio, tú enfócate en las cosas que en verdad disfrutas, en lo que realmente importa.

5. Una vida sencilla es mejor que aparentar riqueza

Aparentar ser alguien que no eres es muy desgastante, tener que guardar apariencias para ser aceptado o para sentirte mejor ante los demás, no es saludable y tampoco te traerá felicidad. 

Hoy en día las personas aspiran a tener objetos valiosos, tener relojes de marca, prendas que estén a la moda, maquillaje costoso y cenar todos los días en un restaurante fino, siempre están al pendiente de los anuncios publicitarios y esa es la vida que quieren. Pero ¿dónde queda lo que realmente importa? ¿Vale la pena estar todo el día trabajando para tener esos objetos sin valor? ¿No sería mejor pasar al menos un rato con la familia, ver crecer a los hijos y relajarse con la pareja? 

Es muy fácil perder de vista lo que realmente importa; es mejor llevar una vida sencilla y feliz, que ser esclavos del trabajo y no tener ni el tiempo suficiente para gastar el dinero que ganamos. 

6. El amor es el tesoro más grande 

El verdadero secreto de la felicidad es un poco de todo esto, pero sobre todo es hacer las cosas con amor. ¿Cómo logramos eso? Ámate sobre todas las cosas, valórate, sé consciente de la importancia de tu vida en el corazón de tu familia, de tus seres queridos y de tus amigos verdaderos. Una vez que hayas aprendido a amarte serás capaz de brindar esa virtud a todos los que te rodean. ¿Realmente crees que la felicidad se puede comprar? Date cuenta de los "ricos" que no tienen con quien compartir sus bienes, esos mismos que viven confundidos y desesperados porque no saben si son apreciados por su valor o por su dinero. 

Es mejor vivir con humildad, con sencillez, y siempre recordando que la vida sin amor, sin propósito y sin compañía sincera se vuelve un verdadero tormento. 

"La felicidad es una forma de caminar, la muerte es la meta. Tú decides si corres, brincas, bailas o caminas" -Anónimo



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Fuente: Vuntu