Practiquemos la negociación dentro de la pareja

Practiquemos la negociación dentro de la pareja


En los programas educativos de las escuelas de nuestra cultura faltan asignaturas muy importantes, como la educación emocional, el autoconocimiento o el arte de la comunicación y la negociación. Soñamos con que, algún día, las nuevas generaciones crezcan y se relacionen con mayor nivel de conciencia. Una de las experiencias de relación más importante en la biografía del individuo es la pareja, y es en ese área donde podríamos poner en juego estrategias de comunicación que salvaguardaran la estabilidad emocional de sus miembros.
Proponemos el siguiente decálogo de la negociación en la pareja:

Situarse en la actitud de “Ganar-ganar”, no en la de “Yo gano-tu pierdes”.

El lugar y el momento de negociación deben permitir expresarse con comodidad palabras y emociones, no tener prisas ni interrupciones, mantener una actitud de solidaridad emocional, escuchar, comprender, ponerse en el lugar del otro. La empatía ayudará a que el diálogo sea productivo y exitoso.

Evitar a toda costa juzgar al otro, sacar “trapos sucios del pasado”, interpretar el pensamiento, las intenciones ocultas o los sentimientos del otro.

Centrarse en el problema y definirlo de la forma más operativa posible.

Buscar los puntos de acuerdo al respecto de las soluciones y exponer los puntos en desacuerdo. Cada postura está basada en necesidades. Empezar la frase con “yo necesito….” ayuda a que el otro se pueda poner en nuestro lugar.

Con la mente muy abierta, producir una abundante lluvia de ideas creativas en formato de soluciones.

Balancear las ventajas e inconvenientes de las que parezcan más efectivas, seleccionar las que garanticen que cada uno gane, parta de lo que pida y ceda, para que el otro también gane.

Celebrar el acuerdo y dejar puertas abiertas para evaluar las soluciones y volver a negociar.

Cuando aparecen los conflictos de intereses en la convivencia común, la solución no es luchar por vencer al otro, sino llegar a un acuerdo en el que los dos cedan en una parte y ganen en otra.

Si aprendemos a negociar, ambos seremos así ganadores y, por encima de todo, ganará la paz.

Fuente: Parejas Sin Fin