Tu Número en la numerología angelical

Tu Número en la numerología angelical



La numerología es una de las partes importantes de las mancias, nos ayuda a aclarar el camino, la misión, los dones con los que vinimos a esta vida. Tenerla en cuenta nos hace la vida menos complicada, más armónica.


Con esta numerología angélica, tendrás una herramienta para orientar tus partes positivas hacia tus proyectos, trabajos o ilusiones, facilitando la realización de todos ellos.



Tu Número en la numerología angelical

En este caso las fórmulas son muy fáciles de realizar: debes sumar toda la fecha de tu nacimiento, y reducirlo a un sólo dígito.

Por ejemplo, si naciste: Enero 19 de 1991 La operación se hace de la siguiente manera:

1/ 19/1991
1+1+9+1+9+9+1= 31
3+1=4
Este, el 4, es tu número de misión de vida.
Dependiendo tu fecha de nacimiento encontraras tu numerología angelical.

Número 1: Son personas con mucha originalidad. Excelentes para empezar cualquier actividad o negocio. Suelen ser muy positivas y decididas. Con estos dos atributos los llevan todo a cabo casi sin ayuda. Muy emprendedoras en todos los terrenos.

Sus partes negativas a superar son: la intolerancia, la obstinación, la inflexibilidad, el no saber delegar tareas, la  terquedad, pereza, orgullo y desconfianza.

Número 2: Son las personas que le suelen caer bien a todo el mundo, pues transmiten gran energía positiva. Son las más fieles, leales. Son románticos, simpáticos, sociables y agradables. De gran confianza.

Sus partes negativas: puede ser la dependencia de una pareja, es decir, la emocional, la pereza y la falta de fe en sí mismos algunas veces, cuando se ven presionados.

Número 3:  Son autodidactas, simpáticos, graciosos, con mucho sentido del humor. Optimistas, positivos.

Sus partes negativas: Sentimientos de inferioridad, algo dictatoriales en sus actuaciones, y algo calculadores o fríos en el trato a primera vista.

Número 4: Los llamados “manitas”. Son personas muy capacitadas como líderes si se lo proponen. Inteligentes, honestos y solidarios

Sus partes negativas: pueden ser intolerantes, manipuladores, inconstantes y algo orgullosos cuando están en pareja, pues les gusta brillar, presumir.

Número 5: Son comunicativos, agradables desde que se les conoce por primera vez. Algo provocadores, pasionales y muy sensuales.

Sus partes negativas: Pueden ser muy arrogantes, presumidos, charlatanes y muy cautivadores con la palabra: aduladores.

Número 6: Los trabajadores incansables. Son personas muy disciplinadas y responsables, sobre todo con la familia. Son muy sinceros y maduros. A ellos se acude normalmente por consejo u opinión. Son diplomáticos e intuitivos.

Sus partes negativas: pueden ser muy intolerantes si no se salen con la suya. Deseos de llevarlo todo para delante e inmiscuirse en las vidas de los demás sin que lo llamen.

Número 7: Son personas de mucha inteligencia y de mucha madurez, aunque sean jóvenes. Suelen ser muy trabajadores y responsables. Muy estudiosos y perfeccionistas. Exquisitos para el vestir, el comer y las amistades.

Sus expresiones negativas: Pueden llegar a ser algo intolerantes con todo aquello que no conocen o no les agrada. También algo irritables cuando alguien les cae mal: con exceso de críticas.

Número 8: Son personas muy valientes y con un alto concepto de las cosas, por lo que casi siempre andan solos, pues nadie les comprende. Acostumbran a ser sabios. También espirituales o con una especial misión que cumplir. Sus aspectos negativos: Caen fácilmente en la nostalgia y en la tristeza. La alegría es algo raro para ellos. Suelen vivir apartados de los demás, lo cual les puede hacer caer en el aislamiento. Se quejan constantemente de incomprensión.

Número 9: Son las personas que llegan muy alto. Siempre están luchando por una meta grande. Son silenciosos y algo magnéticos y misteriosos. Siempre andan con la cabeza ocupada en proyectos nuevos.

Sus aspectos negativos: Cuando cometen un error piensan que han fracasado. Son intolerantes consigo mismos, muy exigentes. No suelen escuchar a los demás, pues piensan que ellos lo saben todo.

Por Alicia Galván ©