Creer para ver

Creer para ver




4a. creencia limitante: Sólo hay una existencia y es física.

Cuando tú o yo éramos niños sabíamos que había algo más que lo físico. Al crecer, lo hemos olvidado totalmente. Esto lo veo en todos los niños. Cuando tuve la oportunidad de observar con demasiada atención a mi sobrino en su primer año de edad, lo pude atrapar en más de una ocasión viendo "algo más" que los demás nunca alcanzábamos a ver. Su mirada se perdía en búsqueda de algo, dirigía su vista hacia lugares con atención desmedida y como cautivado por lo que alcanzaba a ver. Los que estábamos a su derredor no veíamos nada. Yo sabía que él veía algo perteneciente a otra dimensión. Este tipo de niños, los niños índigo, son seres humanos muy comunes en esta época de la vida y tienen este comportamiento muy manifiesto. Cualquier padre de familia contemporáneo lo puede observar claramente en sus hijos. Por nuestras creencias limitadas a creer solamente en lo físico, es que no se les da la importancia adecuada, pero la tiene.


A muchos de nosotros se nos entrenó en los modelos educativos de épocas pasadas en que lo único que existía era lo que veíamos con nuestros ojos, tocábamos con nuestras manos y en general todo lo que nuestros órganos de los sentidos nos informaban. Santo Tomás, el apóstol, fue un gran contribuyente para el error, para lo falso, cuando dijo la frase que lo hizo inmortal: "Ver para creer"Pronto te darás cuenta de que en el verdadero éxito en la vida, es precisamente al revés. Ésta fue la razón principal que originó la creencia limitante que estamos analizando hoy. Se nos educó a creer sólo en lo que miramos, palpamos, oímos, olemos o saboreamos. Punto. Y es precisamente ésa la razón por la que a muchos les costó trabajo entender la religión, ya que varios lineamientos en donde teníamos que creer eran "dogmas de fe". No se podía demostrar por los sentidos, había que creer y ya. Hoy la ciencia está dando pasos agigantados para sincronizarse con los principios religiosos. Me consta en mis investigaciones al respecto. Por ejemplo, hace muchos años, si le preguntabas a un científico si creía en Dios, te respondía:


"No, claro que no, soy científico". Y si hoy, en esta época, le preguntas a un científico (verdadero) si cree en Dios, te puede responder: "Sí, claro que sí, soy científico". Es muy manifiesto que los aparatos de medición de antaño eran la principalmente para entender los procesos vibratorio s de la materia y entender la presencia de energía en ello. Hoy en día existen aparatos de medición con una precisión impensable hasta hace unos cuantos años, y es gracias a esto que estamos llegando más allá de la materia y a entender que la esencia de ésta no es nada físico. Sólo energía. Sin embargo, sé que esta información puede ser muy novedosa para más de alguno de mis lectores, por lo que no me queda más que pedirte tu voto de confianza en lo que te estoy platicando. Millones de personas no creían en la vida microscópica antes de la invención del microscopio. Pasa algo así. De todas maneras, queda claro, tu creencia de que existe sólo un mundo físico es una poderosa barrera para acceder a la dimensión espiritual de tu ser.


Cuando la información de tus sentidos te convence de que lo que nos rodea es sólo materia, necesitas hacer un esfuerzo intelectual para darte cuenta de que toda materia está compuesta de materia más pequeña que la conforma, y ésta a su vez igual, por más materia aún más pequeña que la conforma, y así sucesivamente, hasta que la pequeña porción de materia restante, al seguirla dividiendo en sus partes, llega a ser no-materia, es decir, energía pura, lo que se denomina "quantum" en física cuántica. A mí me resultó al principio paradójico entenderlo. Me sorprendí. La esencia de la materia es algo que no es materia. Ya es algo que no se percibe con los sentidos. La capacidad de la persona ya no llega a registrarlo tan fácilmente. Aquí llegamos a un lindero donde la materia deja de serlo y se accede a ese mundo de energía, la dimensión espiritual del ser, donde tú, yo y todos y todo estamos. Con el tiempo, verás que gran parte de tu misión en la vida como humano es darte cuenta de esto y traspasar ese lindero, abrir la puerta y pasar. El goce aquí es divino, la admiración extrema literalmente. Niels Bohr, célebre físico teórico danés, lo expresó en hermosas palabras cuando dijo:


"Aquellos que no se impresionan la primera vez que pasan por la teoría cuántica, posiblemente no la entendieron". El ego no tiene ni la menor idea de esto. Ni le interesa, ni cree, ni entiende, ni sabe.


En su libro El Arte de Soñar, Carlos Castaneda, describe su creencia de que hay flujos de energía al dialogar con su maestro en una forma que me encantó desde la primera vez que lo leí. Te comparto el fragmento, cuando pregunta a su maestro quiénes experimentan la energía que está a disposición de todos:


- ¿Cómo experimentadas? Lo hacen todos los seres humanos, pero como los seres humanos por lo general están demasiado ocupados con las cosas que persiguen, no le prestan atención alguna a sensaciones como ésta.


-¿Qué sensaciones producen estas corrientes de energía?


-Como una leve incomodidad, una vaga sensación de tristeza que es seguida de inmediato por la euforia. Puesto que ni la tristeza ni la euforia tienen una causa explicable, nunca las consideramos como verdaderas acometidas de lo desconocido, sino como inexplicables cambios de humor.


En mi vida he aprendido que en el sendero de la búsqueda espiritual uno descubre que el mundo que percibe con los sentidos definitivamente no es el único que existe Cuando te das cuenta de esto, despiertas. Surge una Nueva Conciencia: Aquí mis recomendaciones para que elimines esta barrera son que dejes de prestarle demasiada atención a las cosas superficiales que persigues en la vida. Esto es aprender a ver hacia el interior y dejarse de distraer con el exterior. Cuando conoce esta dimensión espiritual, ya nada es igual. !Cambia tanto las prioridades de la vida! Aquí recuerdo cuando a mi maestro, Wayne Dyer, le preguntaron qué ganaba uno al aprender a meditar como él enseñaba. Su respuesta fue muy concreta: "Cuando lo hagas y en un momento te encuentres con Dios, ahí tendrás tu respuesta". Me consta. Y entiendo perfectamente que explica esto es algo para lo que las palabras resultan insuficientes y hasta se puede experimentar cierto temor a confesarlo por la gran diferencia de perspectivas en el tema. Cada mañana que medito, una sensación de paz me embargo y llega a impregnar todo el recinto donde vivo. Las personas sanas que han entrado ahí, me lo mencionan siempre sin necesidad de hacer pregunta alguna.


Otra recomendación que quiero hacerte para franquear esta barrera es que abras tu mente a la posibilidad de que hay algo más de lo que ves. Esto va a ser una enorme ventaja. Si te cierras dramáticamente y rechazas cualquier tema relacionado con esto, es respetable. Sólo que así te será imposible abrir la puerta que te lleva más allá del ego. Quizá no habrá llegado tu momento de de: Despertar, pero por lo menos el despertador ya te acecha. Éste fue un verdadero hallazgo para mí. Me queda claro que cuando una persona se atreve a confesarse, resulta en inspiración para miles de otras personas que ardían por hacer lo mismo. Ese efecto sucedió con mi confesión. Cuando avances en estos capítulos, quizá tengas más abierta tu mente ante la posibilidad. Festejaré el avance.


También te recomiendo que convivas más con la Naturaleza. Hasta en tus viajes a otras ciudades, puedes pasear en un parque y darte la oportunidad de sentir. Cualquiera que ya se ha atrevido a convivir más de cerca con la Naturaleza, puede percibir perfectamente que algo pasa a través de su cuerpo. Tú quizá ya lo has sentido al caminar descalzo en el pasto o al momento de bucear o cuando simplemente te sientas en un hermoso bosque y contemplas la puesta de sol que tienes frente a ti. Haz la prueba de contemplar con todo tu ser una puesta de sol. Si tienes la oportunidad de hacerlo cerca del mar, mucho mejor. Aquí no siento prudente relatarte nada, es algo que va mucho más allá de mi capacidad para escribir. Lo debes experimentar tú mismo.


Acariciar a alguien con tremenda carga de amor por ese alguien, puede hacer sentir mucho, mucho más allá que un mero contacto físico a la otra persona. La energía invisible que tu ser espiritual genera la puede percibir perfectamente la otra persona. Un día intenta imaginar que sale una luz blanca muy intensa de las palmas de tus manos cuando acaricias a alguien y espera a ver qué te dice. Hazlo con fe y te sorprenderá cuando, sin que tú hayas advertido nada, la otra persona te diga: "Siento muy rico, me encanta cuando me acaricias así. Hasta me siento mucho mejor en general. Algo me alivia", y cosas por el estilo. Te garantizo que te sorprenderá empezar a tener evidencias de lo que no creías.


El mensaje espero que sea claro. Hay cosas que no podemos ver y sin embargo existen. Si no fuera así, ¿por qué pagamos la luz si no vemos la electricidad? Piensa, ¿por qué pagas la electricidad si no la ves? Quizá me quieras argüir que la pagas porque aunque no la veas, te beneficias de sus efectos. Entonces, yo te digo lo mismo. Quizá no veas tu espíritu, pero sus efectos son tan evidentes como lo que estás sintiendo mientras lees esto. Sé que podrías jurar que estoy platicando contigo. Y lo estoy. Mi dimensión espiritual que es atemporal me permite estar ahora mismo contigo, mientras que mi yo físico quién sabe dónde esté ahora. A mí me pasa igual contigo. Estoy sólo contigo. Te siento tan cerca de mi alma. Siento tu espíritu que, aunque no tenga el gusto de conocer tu cuerpo físico, me emociono de saber que le estoy hablando a alguien. Éstos son de los mágicos momentos en los que se abrazan dos almas, escritor-lector, que entramos a una dimensión donde cualquier otra persona no nos entiende. Creo en esto. Me emociona compartir contigo lo que he podido aprender en mi vida.


Hay otra creencia que te limita a acceder a la dimensión espiritual de tu ser:


5a. creencia limitante: Somos independientes y distintos de los demás.


Nos enseñaron a creer solamente en lo que podemos ver y ése es precisamente uno de los juegos de percepción más infames cuando ves que tu cuerpo tiene un final que no rebasa los límites de la piel; luego, observas un espacio, aire, y te encuentras con otro ser que empieza con su lindero de piel y lo identificas como "el otro, la otra". Así hemos creído durante años. Más adelante te llevarás una sorpresa cuando te comparta mis recomendaciones de Nueva Conciencia para eliminar esta barrera. Existe un nivel de conciencia en donde te alcanzas a dar cuenta de que no hay diferencia entre tu carne, tu piel, tu ropa, el aire, y la ropa del otro y su cuerpo, y todo lo demás. Somos un continuum. Si todo es energía, eso es lo que somos todos y ahí no hay diferencias. Todos somos uno. Tú decides dónde enfocar tu mente, a la particularidad que genera diferencias y éstas, a su vez, una sensación de aislamiento, o decides ir más allá del ego y empezar a ver que en realidad todos somos uno. Si eliges despertar, surge en ti una Nueva Conciencia.


Todos estamos conectados formando un solo ser, un ser llamado: humanidad. Y a su vez, la humanidad con todos los demás seres vivientes y los no vivientes, formamos un solo Todo, lo que yo identifico como Dios. ¿Lo habías pensado así? Lo que le hagas a uno de tus semejantes, te lo estás haciendo a ti mismo en nuestra dimensión de humanidad. Cualquier cosa que hagas, por mínima que sea, afecta a la humanidad y al Universo mismo, en el Todo. El 12 de septiembre del 2001, me invitaron a un programa de televisión porque querían que un motivador diera unas palabras de aliento luego de la tragedia del día anterior. Recuerdo haber dicho algo como esto: “... Sí, estamos frente al duelo más importante de la historia de la humanidad contemporánea. Hemos sido testigos de un atentado terrorista como quizá nunca nadie imaginó. Esto no fue contra los Estados Unidos de Norteamérica, sino contra nosotros mismos como humanidad. Y también quiero compartir en este foro que la televisión mexicana me ha brindado, que el odio generado para este indecible ataque no fue exclusivo de un grupo de personas del Medio Oriente. El odio que tú y yo hemos albergado alguna vez contra alguien o contra algo en nuestra vida, fue nuestra pequeñísima aportación para que en conjunto como humanidad entera generáramos la energía necesaria para presenciar un ataque de esta magnitud.


Aunque de momento no me crea o no me entienda, usted y yo somos corresponsables de lo que hemos presenciado. ¿Le gustaría hacer algo en beneficio y resolución de esta tragedia? Hoy, ahora mismo, procurar amor y ternura por alguien. A quien usted tenga cerca ahora mismo, dígale palabras bellas y siéntalas desde su corazón. Levántese de donde esté y vaya a realizar alguna labor de beneficencia. Lo mejor que puede hacer por ahora es apagar el televisor en este instante. No vuelva a deleitarse viendo estas escenas una y otra vez, alimentarán su odio y venganza en cierta medida. En menos de 24 horas, las fatídicas escenas del derrumbe las he visto más de 50 veces. Es una droga que las fuerzas del mal, el lado oscuro del ser, está generando por su más poderosa vía de diseminación, la televisión. Reciba mi amor sincero y apague el televisor ahora mismo". Se hizo un silencio en el estudio. Yo sentía mucho amor. La televisora no me volvió a llamar para una cápsula motivacional. Ese día recibí la mayor cantidad de correos electrónicos que en toda mi vida había recibido. Todas las personas me felicitaban por el bien que sintieron al apagar el televisor y hacer algo bueno por alguien. Recuerdo haber llorado de la emoción cuando leía esos correos. Mi postura sigue igual, y pronto te darás cuenta de lo que estás dejando meter a tu mente y alma cuando eliges ver ciertos programas de televisión. Cuando decidas pasar una larga temporada sin ver televisión, tu vida cambiará como nunca antes pensaste que fuera posible. De esto no te diré más. Si tu alma está en el momento de recibir el mensaje, lo harás y así conocerás gran parte de la Nueva Conciencia de la que hablo. Todos somos uno.


De momento es muy posible que te cueste trabajo entenderlo, pero cada pensamiento desagradable que tengas hacia otra persona, lo estás teniendo hacia ti mismo. Todo pensamiento enfocado al bien, la verdad y la belleza, para con algo o alguien, lo estarás generando para ti mismo. Vale la pena en la vida tener este despertar.

Continuará...

Del Taller de Autoestima de Juan Carlos Fernández. Capítulo 288 Volumén 2: Liberándonos del Sufrimiento