La fuerza del pensamiento

La fuerza del pensamiento


LA VERDADERA FUERZA DEL PENSAMIENTO

¿Dónde está la fuerza del pensamiento?

Los hábitos mentales dependen completamente de nuestra parte emocional y cambian de dirección, orientándose para otros asuntos cuando les falta el apoyo de la emoción.

La gente piensa que cambia de religión o de partido político por motivos racionales, en razón de nuevas convicciones ideológicas sustentadas por verdades objetivas, lógicas, intelectuales.

Pero si esa gente parase un poco a pensar, si tuviese el valor de mirarse íntimamente, vería que lo que realmente cambió fue su estado emocional arrastrando consigo el pensamiento.

En ciertos casos, ya pensábamos de manera diferente, pero nuestra emoción estaba vinculada a otra realidad y era esta la que nos atraía.

Cuando se dio el cambio en la emoción, el pensamiento encontró fuerza y convicción para manifestarse y para hallar razones para el cambio.

En esto reside la fuerza o la flaqueza del pensamiento: en su unión o falta de unión con la emoción.

Esto no quiere decir que debemos dejarnos llevar por la emoción, pero si que no podemos dejarla de lado si realmente queremos hacer algo.

El punto de partida es saber dirigir el subconsciente (emoción e instintos).

El subconsciente ha de preferir lo que se piensa y se quiere.

Ha de verlo como algo deseable, como un bien inmediato.

Por más ideal que parezca, el objetivo no puede apoyarse sólo en motivos espirituales.
La mente, la razón no puede sostener por mucho tiempo lo que tiene el apoyo de la emoción. Por eso, es fundamental que nos mantengamos en armonía, en unión con la emoción (realidad emocional).

Hay en el ser humano cuatro realidades básicas: la espiritual, la racional o consciente, la emoción-instinto (subconsciente) y la material.

Si queremos el desarrollo de nuestro ser, si queremos tener fuerza suficiente para conseguir lo que deseamos, necesitamos desplegar las cuatro. Cuando las cuatro caminan juntas, cuando convergen en objetivos y anhelos, estos se transforman en realidad.

A veces, somos tan racionales o tan espirituales que la emoción desiste de ayudarnos.

Es importante despertarla, saber que es fundamental el sentirla y empezar a darle el valor que tiene, sin miedo y con alegría.

¿QUÉ TAL ENTRENARNOS?
A lo largo del método que empezamos a aprender ahora haremos dos tipos de ejercicios.
Devaneo

Este primer tipo de ejercicio tiene relación con el despertar de la emoción. Pensar y sentir aquello que se quiere de la vida.

La emoción positiva, placentera, fue bloqueada frecuentemente por las religiones al prohibirla como si fuese un pecado.  

Sentir alegría, satisfacción, placer, imaginando lo que se quiere es una forma de despertar la emoción positiva para motivarla y conseguir lo que se desea.

Las imágenes son el lenguaje del subconsciente.

El subconsciente no entiende de palabras y si de imágenes, sensaciones y emociones.

Son esas imágenes, emociones y sensaciones las que tenemos que despertar. Tenemos que hacer que ellas se entrelacen con el objetivo que queremos alcanzar.

Devaneo es dejar suelta la imaginación para pensar en aquello que nos gustaría tener, ser o hacer, dar rienda suelta a la emoción para sentirlo y así verse motivado para quererlo realmente.

En esta etapa no es necesario tener un único objetivo. La finalidad es despertar la emoción. Aún no es necesaria ninguna acción orientadora de la razón.

Si su imaginación no se muestra fecunda, vea el objeto real o algo que lo represente. Aquí está la fuerza de las esculturas y de las imágenes de las religiones, la de los dibujos de las cuevas prehistóricas o la de la radiónica.

Puede hacer este ejercicio de devaneo en cualquier lugar o momento.

Hazlo siempre que tengas un espacio de tiempo libre por pequeño que sea. Es bueno acostumbrarse a sentir gusto y placer en aquello que se pretende.

Visualización interna
Este segundo tipo de ejercicio es para aprender a visualizar y se destina sobre todo a los que sienten dificultad para visualizar internamente, o sea, para ver imágenes cuando cierran los ojos.

Hay personas a las que les es fácil imaginar: Ven con nitidez imágenes cuando cierran los ojos. Otros no consiguen ver nada, sólo oscuridad.

Algunas profesiones tienen mucha relación con la capacidad de visualización. Parece que ciertas profesiones que no trabajan con palabras ni números (artistas, camioneros, agricultores, etc.) conservan mejor esta capacidad de visualización.

Al contrario, aquellas personas que trabajan más con la palabra, con el discurso, con la lógica, con los números, tienen mayor dificultad para la visualización y ocurre que en muchos casos, por ejemplo, entre los vendedores, les haría mucha  falta y les auxiliaría mucho en su profesión.

Algunas de las profesiones que saldrían muy beneficiadas con esta capacidad son, además de la de los vendedores, las de los abogados, profesores y sacerdotes.

Hay casos en que los que tienen facilidad en visualizar tiene gran dificultad en controlar lo que visualizan.

No son capaces de visualizar lo que quieren o de sustentar la visualización deseada durante el tiempo deseado. Estos ejercicios servirán de ayuda también para esos casos.
Así pues, tengas o no tengas una imaginación viva, haz estos ejercicios. Ellos te llevarán poco a poco a aprender a visualizar y a tener control de lo que quieras.

Primer ejercicio: Utiliza la figura del cuadrado interno blanco. Colócala frente a ti; de modo que el cuadrado blanco esté a la altura de tus ojos y aproximadamente a un metro de distancia.

Relájate lo más posible mientras miras el cuadro blanco.

Procura no pestañear. Continua mirando hasta que aparezca, una luz alrededor del mismo.

Vete desviando lentamente la mirada hacia la pared hasta que desaparezca de tu vista el cuadrado. En ese momento, cierra los ojos. Notarás que a pesar de estar con los ojos cerrados continuas viendo el cuadrado.

Permanece así, con los ojos cerrados, hasta que desaparezca la imagen.

   


Segundo ejercicio: Realiza la misma secuencia con la figura de un triángulo.

Tercer ejercicio: Realiza la misma secuencia con la figura de una estrella.

Cuarto ejercicio: Figura de un cuadrado con un círculo negro en su centro.

Relájate y visualizando el círculo imagina que está aumentando de tamaño hasta llenar todo el cuadrado. Después imagínalo disminuyendo hasta su tamaño inicial.

Haz esto varias veces.

Después haz andar tu mirada llevándola por el borde del circulo en el sentido del reloj. Haz esto siete veces.

Enseguida haz esto mismo en el sentido contrario.

Repite todo hasta que te parezca que el circulo esta girando.

Aumenta y disminuye la velocidad.

PUNTOS PARA RECORDAR
1- El futuro está en tus manos. La visualización creativa va a transformar tu vida. Los antiguos hacían instintivamente lo que tú estas aprendiendo a hacer conscientemente. La visualización creativa es la técnica más sencilla y poderosa para conseguir todo lo que se desea.
Lo más maravilloso en ella es que funciona.
2- El secreto de la visualización creativa está en aprender a unir el mundo interior de formas, imágenes y energías, con el mundo exterior de materia, acción y realización.

3- El sistema que vamos a utilizar para eso es el de motivar todo nuestro ser. Vamos a usar un método que es controlado por la razón, bien recibido por los instintos, motivado por las emociones y que cuenta con la ayuda del cuerpo, de los sentidos.

4- El pensamiento sólo tiene fuerza cuando cuenta con el apoyo de la emoción y del subconsciente. La mente, la razón no puede sustentar por mucho tiempo lo que carece del refuerzo de la emoción.

5- Aprende a colocar la emoción en aquello que deseas. Provoca la emoción, a través del ensueño. Sonar es soltar la imaginación para pensar en lo que a uno le gustaría tener, ser o hacer, dejar libre la emoción para sentirlo y así verse motivado para quererlo de verdad. Haz este ejercicio en cualquier momento, siempre que puedas.  

 Ver capítulos anteriores del Taller de Autoestima
Del Taller de Autoestima de Juan Carlos Fernández. Capítulo 270 Volumén 2: La Visualización Creativa, Puede Transformar tú Vida.