Superando la Culpa parte 2/2

Superando la Culpa parte 2/2



La Culpa y los Secretos

Esta es otra expresión de la culpa, es más individual, pero no por eso menos importante. Está relacionada con aquellas acciones que realizamos alguna vez en un distante pasado, nunca nos hemos atrevido a compartir con nadie y preferimos que nadie se entere al respecto.

Son precisamente estos eventos que conservamos en nuestra memoria y nos esforzamos por mantener ocultos los que le facilitan a nuestro ego emplearlos para conectarse con la culpa, y en el caso particular de los secretos, frecuentemente también con el miedo, y la vergüenza.

¿Tiene usted algún "Gran" secreto?, ¿Alguna vez lo ha compartido con alguien?, ¿Por qué?. ¿Puede responde a esta última pregunta?, ¿Puede al menos reconocer que se lo impide?. Muy probablemente sea que usted le da más importancia a la opinión que tienen los demás de usted que a su propia opinión de si mismo.

Esto último está estrechamente relacionado a la necesidad que siente usted de aprobación, tal vez siente que si alguien conoce "su secreto" (por muy insignificante que pueda parecer) jamás vuelvan a permitirle formar parte de su grupo.

Los secretos guardan relación con nuestras creencias y paradigmas de lo que crecimos considerando que es "bueno", "aceptable" y "deseable". 

En ocasiones pequeños detalles ocurridos en la infancia y largamente olvidados para todos pudieran tener aun un efecto controlador sobre usted. Conocemos el caso de una señora, en la actualidad abuela de 6 nietos, que de niña rompió un florero por accidente, pero temiendo que le castigaran se aprovechó de no haber sido vista y decidió decir que había sido la mascota.

Esta señora vivió más de 50 años con esa culpa a cuestas, sí, algo tan insignificante como eso le atormentaba, estaba convencida de que si alguien se llegara a enterar le considerarían "mala", y continuaba creyendo eso aun a pesar de haber transcurrido tantos años, y por supuesto se sentía así.

¿Qué hacer en casos como este?, afortunadamente el superar la culpa en el caso de los secretos es más sencillo que cuando involucra a otras personas. Simplemente contarlo a alguien nos libera, en serio, es así de sencillo, haga la prueba y se convencerá.

La abuelita mencionada en el ejemplo lo creyó posible, por cosas de la vida pertenece a una familia de naturaleza longeva y su madre aun vive, un día decidió revelar su "secreto". ¿Resultado?, después de llorar al sentirse liberada de su culpa ambas se abrazaron para reír a carcajadas comentado lo increíble que les parecía a ambas que algo sin importancia pudiera haberle afectado toda su vida.

Esto tiene que ver con la manera en que funcionan los secretos para nuestro ego. 

Existe una máxima filosófica que reza: "Así como piensas eres", y lo que somos es nuestro ser interno, nuestros pensamientos se encuentran en nuestro interior, dentro de nuestra mente, así podemos deducir que somos lo que guardamos dentro.  Y, ¿Si lo que guardamos dentro son secretos "oscuros" que nos hacen sentir "indignos"?, como cree que podamos ser entonces, seremos simplemente un reflejo de eso que guardamos, por eso es importante elegir apropiadamente lo que ingerimos como alimento interno a través de nuestros sentidos.

El mecanismo de los secretos nos lleva a guardar aquello que consideramos detestable y a mostrar y compartir los tesoros. Supongamos que por el contrario echamos fuera lo detestable y guardamos los tesoros, ¿Qué cree que ocurriría entonces?, claro, es lógico, por supuesto que nos sentiríamos maravillosamente con nosotros mismos.

¿Acaso no es eso lo que todo ser humano desea?, si hay alguien que opine lo contrario que levante la mano, era de esperarse, todos se miran buscando quien levanta la mano pero nadie lo hace, y es que la felicidad es el estado natural del ser humano, todos lo deseamos. Deseamos ser Libres, vivir en Paz, Felicidad y Armonía.

El detalle está en actuar coherentemente con lo que deseamos alcanzar. Si tiene algún secreto emplee su discriminación para encontrar alguien que sepa escucharle, sin emitir un juicio y que sepa comprenderle y brindarle el apoyo necesario para permitirle liberarse. Ofrézcase usted también a servirle a otra persona para el mismo efecto.

Puede ser un perfecto extraño, no importa, lo importante es liberarse de ese peso que ha llevado consigo en la forma de ese secreto, una vez que lo cuente habrá perdido su poder sobre usted, si, solo tenia poder porque nadie más lo conocía, al revelarlo lo pierde, la culpa, el miedo y la vergüenza se disipan también.

Pierda cuidado, la persona a quien se lo cuente no se verá afectada por esto, simplemente lo desechará como habría hecho usted desde el primer momento de haber sabido cómo.

Alimentando nuestro ser

Superar la culpa es algo tan sencillo como mantenernos conscientes de nuestro ser interno. Al hacerlo comprendemos mejor el papel que nos toca desempeñar en el medio en el cual nos desenvolvemos y tomamos consciencia de como influimos en nuestro entorno.

Al volvernos conscientes de como funcionan los mecanismos de la culpa y como hemos permitido que nos afecten mientras les permitimos hacerlo, nos damos cuenta que está a nuestro alcance superarlos, y comprendemos que hacerlo es parte de nuestro proceso de crecimiento y fortalecimiento como seres humanos.

Recordemos que no podemos cambiar a las demás personas, pero si podemos cambiarnos a nosotros mismos, y al hacerlo estamos influyendo en un cambio en el medio que nos rodea. Consideremos también que no es nuestra responsabilidad cambiar a nadie más que a nosotros mismos, pero es sensato respetar sus elecciones.

Un factor que ayuda enormemente en este proceso de liberar la culpa es soltar, sí, al sentirse responsable por esas personas e importante por ayudarles crea un vinculo que de alguna manera les mantiene atados energéticamente. Libérelos y libérese a sí mismo, míreles con compasión, entienda que intentan controlarle por medio de la culpa porque tienen miedo.

Al hacerlo les da la oportunidad de tener sus propias experiencias para crecer y usted también crece al dejar de necesitarles para sentirse importante. Recuerde que la culpa le ayuda a asirse a otras personas de la misma manera que le permite a otras personas controlarle. Es el mismo sentimiento empleado de manera diferente.

Manténgase alerta, escuche sus palabras, observe sus acciones, sea consciente de sus pensamientos, preste atención las sutiles formas en las cuales intenta controlar a otros por medio de la culpa, o en las que cree que otros lo hacen con usted, el espejo siempre funciona. Todo eso le permitirá estar más consciente de como interactúa usted con este sentimiento y le facilitará superarlo.

Liberándonos

La culpa, y las emociones que hemos visto se asocian a ella, tienden a limitar nuestro potencial de expresarnos a plenitud y vivir una vida plena de Paz, Felicidad y Armonía.
Si nos concentramos en nosotros mismos y nos ubicamos en tiempo y espacio presente, liberarnos de la culpa; esto se convierte en una consecuencia natural de actuar en armonía y esta se manifiesta en nuestras vidas.

Simplemente por sentirnos importantes por ser lo que somos para nosotros mismos y asumir primero nuestra responsabilidad nos permite ponernos en contacto con nuestros tesoros internos y naturalmente comenzamos a compartirlos.

Liberar emociones de culpabilidad permite que disfrutes la ¡Pasión por Existir!


Del Taller de Autoestima de Juan Carlos Fernández. Capitulo 78 Volumén 2