¿Cómo te expresas? {Cómo ser Feliz 7/8}

¿Cómo te expresas? {Cómo ser Feliz 7/8}


¿Cómo te comunicas?

La comunicación es algo muy importante para el entendimiento entre las personas. Veamos a continuación algunas ideas para hacerlo de forma eficaz. A continuación te ofrecemos algunos consejos prácticos:

-Empieza con una sonrisa, una mirada agradable. ¿Te gusta cuando los otros te hacen mala cara?

-No señales a tu interlocutor con el dedo. Cuando en una discusión acalorada, o simplemente en una conversación tensa señalas a alguien con el dedo, observa adónde apuntan los otros tres. Contra ti. La acritud empleada a través de nuestro índice nos volverá más tarde triplicada en contra nuestra.

-Has de tener más predisposición para escuchar que para hablar, aunque el agujero de la oreja sea más pequeño que el de la boca.
-No discutas y recuerda la conversación de aquellas personas:
A: He aprendido a no discutir nunca.
B: Esto es imposible
C: Tienes razón
-Mira a los ojos de tu interlocutor, y entre los suyos y los tuyos tiende un puente de confianza.
-Sé positivo en el diálogo y recuerda la botella medio vacía o medio llena.
-Intenta comprender el porqué del otro, ya que todos tenemos unos elásticos de motivación.

¿Cómo valoras a los otros?.- A continuación te presento media docena de interrogantes pero, antes de responder, analiza cada uno con profundidad.


-¿Valoras a los otros por sus cualidades en lugar de hacerlo por su situación social?

-¿Es cierto que no le das importancia a los signos externos de los demás?
-¿Eres capaz de descubrir en los demás las cualidades antes que los defectos?
-¿Consideras a las otras personas, aunque no comulgues con sus ideas?
-¿Admites tus errores y eres capaz de pedir disculpas?
-¿Te sientes bien cuando ves que personas de tu entorno, con los que te relacionas, consiguen éxitos en la vida?
Si tu respuesta a todas estas preguntas es afirmativa, estás en la línea de las personas que están bien consigo mismas, y que valoran a los otros por lo que son.

¿Murmuras?

Murmurar podría tipificarse como un delito, pues es un atentado contra la propiedad privada. Podemos considerarlo como un robo. Estamos tomando algo incuantificable en dinero. Es un robo a escondidas que hacemos a las personas que nos rodean. Es como si por la noche entrásemos en la casa del amigo, del compañero, del familiar y tomásemos algo suyo.

Construir cuesta años, pero destruir sólo unos minutos. Piensa en la casa, que para construirla primero se han de hacer los cimientos y a continuación los albañiles la van levantando poco a poco hasta llegar al tejado. A continuación entra el yesero, el carpintero, el electricista, el pintor, etc. Cuesta hacer una casa. Si te paras a pensar ¿cuánto costaría quemarla?, dos o tres horas.

Algo parecido pasa con las personas cuando murmuramos. Entramos en la vida de los otros y con una clara intención, juzgamos, condenamos, y expresamente publicamos la sentencia.

¿Eres amigo de tus amigos?.- ¿Conoces a los que son amigos de verdad? Has de saberlos diferenciar de los que pretenden sacar provecho de tu amistad. Los amigos vienen a nosotros cuando estamos en dificultades.


Nunca nos harán la pelota, al contrario, nos dirán la verdad aunque sea amarga. Un amigo de verdad nos defenderá a nuestra espalda porque los amigos perdonan y una sincera amistad vale la pena conservarla a que es un tesoro.

Es necesario que sepamos diferenciar a un amigo, de un conocido, de un aprovechado y saber ser amigos de nuestros amigos.

¿Cómo aconsejas?

Muchas veces nos encontramos que amigos, familiares, compañeros de trabajo, etc., nos confían sus problemas. En ocasiones, nos piden consejo, pensando que les ayudaremos a encontrar una solución.

Y nosotros, que nos encanta inmiscuirnos en los asuntos de los demás, damos nuestra opinión, aconsejando cómo actuar.


Mi recomendación es que escuches, pero que no des una solución concreta, como no sea un asunto muy claro y simple.

Máxime, para ayudar al otro a encontrar una solución, "su solución", puedes hacer preguntas abiertas. Las preguntas abiertas son las que no se pueden contestar con un "sí" o con un "no" y provocan que la otra persona profundice en su problema.


No se le ha de decir a la otra persona lo que ha de hacer, pues quien más sabe de sus sentimientos es ella misma.

Escuchando, en cierta manera comprendemos. Lo importante es que nuestro interlocutor se sienta tranquilo y relajado y que vea que es todo el centro de nuestra atención. La escucha activa, ante un problema, puede significar el inicio de su solución.


Dios es mudo y no trata de dar consejos. Él simplemente está, nos escucha y nos deja hacer el trabajo.

¿Cómo te relacionas con tu pareja y tus padres?

El desacuerdo en una pareja es normal que a veces se dé. Toda relación implica diálogo, diversidad de opiniones, confrontación de las formas de pensar, etc. Qué aburrido sería si todos pensásemos igual. Yo diría más, la masificación nos embrutecería. Mientras la pareja sea la unión de dos seres que piensan habrá diferencias de opinión, lo que es muy bueno.

Ahora bien, delante de una divergencia hay dos formas de planteárselo: la discusión o la polémica. Una discusión fomenta el intercambio positivo de formas de pensar y puede hacer que la pareja llegue a su máximo potencial.

Una polémica limita el desarrollo de cada uno de los componentes de la pareja y a la vez hace que el diálogo se convierta en agresivo y violento.


Hoy en día parece que esté pasado de moda hablar de buenos modales. Para unos quizá sea así. Por suerte para otros, nunca se perderán.


Y es que unos buenos modales son la herramienta que en muchas ocasiones será de gran valor para la pareja a fin de dialogar y discutir en base a un respeto mutuo.

Hazte esta pregunta: ¿Mantienes los buenos modales con tu media naranja? ¿Cómo te llevas con tus padres?.- A los diez años se piensa que los padres lo saben todo. A los quince, pensamos que se equivocan a menudo. A los veinte, que se han hecho viejos y son de otra época. Pero a los treinta, se les vuelve a preguntar algunas cosas, aunque en el fondo se piensa hacer lo que se quiera. A los cuarenta, se les pide consejo de nuevo.


Dicen que éste es el proceso de la fila. Seguro que los hay que se salen de esta fila. Son los que nunca han dejado de considerar a sus padres. Aquí cabría preguntarnos: ¿lo hacen por sumisión? ¿o por madurez? ¿tú estás en la fila o te saliste de ella?

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Del Taller de Autoestima de Juan Carlos Fernández. Capitulo 76 Volumén 2